Así creció la delincuencia cuando Cienfuegos era secretario de Defensa en México
El ahora acusado de narcotráfico tuvo la confianza de gobernadores del PRI y del PAN
Gobernadores del PRI y el PAN entregaron al general Salvador Cienfuegos -ahora acusado de narcotráfico-, el control de la seguridad pública en zonas conflictivas de inseguridad cuando era el secretario de la Defensa Nacional durante la administración de Enrique Peña Nieto, pero la delincuencia en lugar de bajar, creció.
Con Cienfuegos y en acuerdo con los gobernadores, los militares tomaron control en Sinaloa, Nayarit, Estado de México, Veracruz, Puebla y Guerrero, entre otras entidades.
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En las dos primeras se consolidó el poder de los cárteles encabezados por Joaquín “el Chapo” Guzmán y Juan Francisco Patrón Sánchez alias el H-2, que, según las indagatorias estadounidenses, era protegido por Cienfuegos. En el Estado de México, la delincuencia creció exponencialmente; en Veracruz, se triplicó el número de homicidios dolosos; en Puebla, la ordeña de hidrocarburos conocida como huachicol creció mil por ciento.
Con compras millonarias y trato de proveedor favorito, cesión de predios de cientos de hectáreas, financiamiento para el despliegue de miles de efectivos y hasta condecoraciones, gobernadores como Quirino Ordaz, Roberto Sandoval, Rafael Moreno Valle, Héctor Astudillo, Eruviel Ávila y Miguel Ángel Yunes “consintieron” al general ahora acusado de narcotráfico.
En Sinaloa, el gobernador Quirino Ordaz aceptó que la seguridad fuera regida por militares con la condición impuesta por Cienfuegos de colocar a sus mandos en puestos clave de la seguridad pública.
El Estado proporcionó alimentación, hospedaje, viáticos y estímulos económicos de entre $141 y $378 dólares (3 mil a los 8 mil pesos según el tipo de cambio actual), dependiendo del grado militar.
En el Estado de México, con el gobernador Eruviel Ávila, le fueron encomendados al Ejército el control operativo de 25 municipios de alta delincuencia como los de la zona oriente, pero, a pesar del despliegue castrense, la violencia se agudizó.
Ahí, en el municipio de Ecatepec, por ejemplo, los delitos del fuero común pasaron de 22 mil 969 a más de 30 mil entre 2015 y 2018. Tras ser detenido Cienfuegos, Ávila dijo que el General era un “hombre probo”.
En Veracruz, con el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes, los militares se hicieron cargo de la seguridad en varios municipios, pero la tasa de homicidios dolosos pasó de 6.3 por cada 100 mil habitantes en 2015 a 17.7 en 2018, según cifras oficiales.
Y en Puebla, Cienfuegos también tuvo trato privilegiado del fallecido Rafael Moreno Valle donde supuestamente el Ejército tomaba control de la lucha contra el huachicol pero las tomas clandestinas a ductos pasaron de 120 en 2012 a mil 533 en 2016.
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