¡Texas abrió al 100%! Se puede andar sin cubrebocas y los negocios operan a su máxima capacidad

La orden del gobernador de Texas eliminó el uso obligatorio de cubrebocas, pero hay resistencia y polémica

Los trabajadores de las diferentes áreas deben atender medidas especiales de seguridad.

Los trabajadores de las diferentes áreas deben atender medidas especiales de seguridad. Crédito: AFP / Getty Images

TEXAS – Este miércoles entró en vigor la orden del gobernador de Texas, Greg Abbott, que permite que todos los negocios funcionen al 100% de su capacidad y que las personas ya no tengan que usar un cubrebocas de manera obligatoria cuando estén en público.

La orden ejecutiva del mandatario causó mucha polémica desde el momento que él reveló sus intenciones la semana pasada en Lubbock. Funcionarios alrededor del estado se mostraron en contra de la orden y algunos le suplicaron al gobernador que reconsiderara su postura, pero Abbott no dio marcha atrás.

Alrededor del estado las opiniones se encuentran divididas: mientras que unos se encuentran preocupados con la decisión del mandatario otros la celebran. Algunos en Houston hasta tenían contemplada la posibilidad de hacer una “fiesta” sin mascarilla en un club nocturno de la ciudad, pero ante la presión de las autoridades el evento fue cancelado.

En Austin, la capital del estado, los concejales votaron a favor de una ordenanza que exige a las personas que sigan usando mascarilla en lugares públicos.

Algunos dueños de negocios apoyan la decisión de Abbott por la necesidad de reabrir la economía del estado que ha sido golpeada severamente por los efectos de la pandemia.

Sin embargo, la orden de eliminar el uso obligatorio del cubrebocas cuando la pandemia está aún presente y la vacunación contra el COVID-19 aún no cubre a la mayoría de la población genera amplio debate.

Varios mandatarios locales en Texas (Houston, Dallas, Fort Worth, San Antonio, Austin, McAllen, entre otros, así como los jefes condales en Harris, Dallas, Tarrant, Hidalgo y Cameron) expresaron su inconformidad con la decisión del gobernador.

Cabe señalar que los dueños de los negocios se guardan el derecho de admisión y pueden implementar sus propias reglas de seguridad en sus establecimientos. Es decir, si un negocio exige el uso del cubrebocas y un cliente se rehúsa a utilizarlo, se le puede exigir que salga del lugar. Si éste no obedece, se puede meter en problemas con las autoridades, e incluso, enfrentar cargos que lo pueden enviar a la cárcel y pagar una multa.

La eliminación de restricciones opera también para sitios como las playas, donde en algunos lugares como la Isla del Padre Sur, se requerían ciertas medidas de distanciamiento.

También existen medidas federales que están por encima de la orden de Abbott y que obligan el uso de mascarilla, por ejemplo en todos los sistemas de transporte público y edificios federales.

La mayoría de los distritos escolares más grandes del estado han anunciado que continuarán exigiendo el uso del cubrebocas a empleados y estudiantes.

En Magnolia, una pequeña ciudad al noroeste de Houston, el Distrito Escolar Independiente de Magnolia votó a favor de remover el uso de cubrebocas en una reunión realizada este lunes.

Todo esto cuando los más recientes números de COVID-19 han mostrado un leve ascenso en las últimas dos semanas según cifras de la Universidad Johns Hopkins.

El promedio de casos nuevos en el estado repuntó 10.1% y todavía hay más de 4,700 personas hospitalizadas a causa del virus.

El martes se reportaron 4,800 nuevos contagios y se estima que hay unos 128,000 casos activos en el estado.

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