Por qué Amazon está bajo el fuego de los reclamos de sus trabajadores en todo el mundo

A pesar de ser una compañía multimillonaria y en crecimiento, la firma enfrenta un descontento generalizado de miles de trabajadores por las condiciones precarias en los lugares de trabajo. Además, ha sido demandada por temas relacionados con robos de propinas a repartidores y temas de género y raciales, minando su reputación y la de sus directivos

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En lo que va del 2020 Amazon ha registrado ingresos por más de $40.7 millones de dólares cada hora.  Crédito: THOMAS SAMSON | AFP / Getty Images

Amazon se ha caracterizado por ser una empresa que ha revolucionado el negocio del retail a nivel global. Sus números anuales en ganancias así lo avalan, en especial, desde que comenzó la pandemia de la Covid-19, ya que las ventas online se dispararon exponencialmente.

La compañía fundada por Jeff Bezos ha puesto en jaque a otras, ya que la forma en cómo ha estructurado su negocio le ha permitido dominar diferentes flancos que van más allá de las ventas online como el negocio del streaming.

Este último nicho ha generado ganancias millonarias para Amazon, ya que además de crear series y programas exclusivos, su alianza con la NFL ha repercutido a que los fanáticos del deporte se interesen en la compañía de Bezos como consumidores cautivos.

Sin embargo, no todo ha sido positivo, ya que Amazon enfrenta todo tipo de críticas, demandas laborales a nivel local o federal, así como señalamientos por parte de otras empresas que aseguran que Bezos y sus ejecutivos promueven competencia desleal para aniquilar a sus competidores.

Batalla laboral por mejores condiciones y salarios

Los múltiples reclamos de los trabajadores no sólo en las plantas de Estados Unidos han sido el inicio de una batalla laboral que tiene como fin crear un sindicato que defienda los derechos de todos los empleados de Amazon que buscan mejores salarios y mayores prestaciones.

Un ejemplo de lo anterior tiene que ver con los trabajadores de almacén en Alabama, quienes están votando la posibilidad de sindicalizarse. Cualquiera que sea el resultado, el gigante del comercio electrónico se enfrenta a la presión del personal para realizar cambios en sus condiciones de trabajo.

Ninguno de los 800,000 empleados estadounidenses de Amazon está sindicalizado. Una votación para formar un sindicato en Alabama daría a los trabajadores más poder para negociar con la empresa en asuntos como salarios y beneficios.

En otros lugares, los empleados de Amazon, por hora, están reuniendo firmas de peticiones, discutiendo posibles emplazamientos a huelgas y consultando con los sindicatos sobre eventuales demandas.

Aunado a lo anterior, los trabajadores inconformes buscan alterar las políticas de la empresa sobre la velocidad a la que deben preparar paquetes, el tiempo de descanso y los horarios de los turnos.

De acuerdo con los empleados, esos factores pueden hacer de Amazon un lugar físicamente exigente para trabajar y, de no cambiar esto, emergerán problemas que impactarán en los operadores de dichos procesos.

Las últimas demandas

Pero el descontento laboral no sólo se enfoca en lo referente a a las condiciones de los almacenes, también tiene que ver con temas relacionados con la discriminación y de género. El 2 de marzo, La Opinión informó que Amazon enfrenta una demanda federal por este tema.

La firma Wigdor LLP presentó una demanda en nombre de Charlotte Newman, mujer afroamericana que fue contratada como gerente de políticas públicas en Amazon, sin embargo en la demanda se señala que el pago por sus servicios  era menor.

Además, la defensa de Newman ha externado que hay preferencia en el tema de contratación, dando prioridad a las personas caucásicas para llegar a los mejores puestos en la compañía.

Douglas H. Wigdor, socio fundador de Wigdor LLP, dijo en un comunicado que “Amazon tiene la obligación de promover la igualdad de condiciones para todos los trabajadores independientemente de su raza”.

En febrero de este año,  la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) determinó que Amazon debía devolver $62 millones de dólares correspondientes a propinas de los conductores que debieron haber recibido del consorcio a lo largo de tres años.

Las autoridades federales presentaron una queja contra el gigante del comercio electrónico argumentando que el programa Flex de Amazon robó dicha cantidad de dinero correspondiente sus conductores entre 2016 y 2019.

Daniel Kaufman, director de la Oficina de Protección al Consumidor de la FTC, en un comunicado externó que el 100% de las propinas de los clientes para los conductores fue usado por Amazon para otros fines.

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