Así es la histórica mansión que fue convertida en el McDonald’s más hermoso del país
La cadena de comida rápida decidió construir un lindo restaurante al interior de una imponente residencia que data del año 1795 y cuya arquitectura original aún prevalece
Una mansión del Siglo XVIII de Long Island alberga el McDonald's más lindo del país. Crédito: DANTD/Wikipedia | Cortesía
Los restaurantes McDonald’s suelen caracterizarse por tener colores y diseños arquitectónicos similares, pero hay algunos que se salen del molde, tal y como sucede con un establecimiento ubicado en el New Hyde Park, en Long Island, el cual fue construido al interior de una imponente e histórica mansión.
Este peculiar McDonald’s, considerado por algunos como el más hermoso del país, abrió sus puertas en 1991 y en estos 30 años ha sido visitado por miles de personas no solo para comer, sino que también para recorrerlo y conocer parte de su historia.
Antes de convertirse en un restaurante de comida rápida, esta casa, de estilo Georgiano y construida en 1795, fue el hogar de Joseph Denton, un descendiente de Richard Denton, uno de los fundadores del pueblo de Hempstead.
Originalmente las dimensiones de la residencia eran muchísimo mayores, pues sus terrenos comprendían todo lo que hoy conocemos como el New Hyde Park, pero durante la Primera Guerra Mundial se desprendieron de gran parte de la propiedad.
En 1986 la casa, conocida como Denton House y distribuida a lo largo de dos pisos, fue comprada por McDonald’s tras desembolsar $1 millón de dólares, pero no lo hizo con el afán de remodelarla, sino para demolerla y construir en su lugar uno de sus tradicionales restaurantes.
El actuar de la cadena de comida rápida causó gran malestar entre los vecinos del área, quienes se opusieron a su demolición, pues argumentaban que se trataba de un edificio histórico.
La reacción vecinal provocó que McDonald’s cambiara de planes y decidiera trabajar sobre la casa ya construida, algo que no le era del todo desconocido, pues en 1984 hicieron lo mismo con una sucursal que abrieron en Freeport, en Maine.
La resistencia de la población y la falta de permisos por parte de las autoridades fueron los principales obstáculos que enfrentó la cadena, lo que ocasionó que el restaurante abriera sus puertas siete años después de su adquisición.
A pesar del mal comienzo, la suerte del restaurante cambió drásticamente el día de su inauguración, pues miles de personas hicieron largas filas para conocerlo y probar sus hamburguesas.
En 2017 sufrió su más reciente modernización con el fin de mejorar la experiencia del cliente.
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