Fiscalía no acusará al policía que mató a una mujer durante el asalto al Capitolio
La fiscalía dijo que no hay pruebas contra el agente que disparó contra Ashli Babbit, porque este lo hizo en defensa propia o de los legisladores que eran atacados
La fiscalía general que investiga el asalto al Capitolio anunció el miércoles que no presentará cargos contra el policía de esa institución que disparó contra la veterana de las Fuerzas Armadas Ashli Babbit, fallecida durante el asalto a la sede del Congreso el pasado 6 de enero, anunció este miércoles el Departamento de Justicia.
Babbit, de 35 años y originaria de San Diego, fue una de las manifestantes que irrumpió en el edificio del Capitolio y logró acceder hasta un pasillo que llevaba a la Cámara Baja.
Según la versión del Departamento de Justicia, Babbit intentó traspasar una barricada creada por la policía con muebles para proteger la entrada en ese hemiciclo cuando uno de los agentes abrió fuego y alcanzó el hombro izquierdo de la veterana, que salió propulsada hacia atrás.
La fiscalía general explicó que ha concluido una investigación para determinar si los fiscales federales podían probar que el agente autor del disparo violó alguna ley.
Y ha concluido que no hay pruebas que demuestren que el agente que disparó una bala contra Babbit no lo hiciera en defensa propia o de los legisladores aquel día reunidos en el lugar.
El agente, cuya identidad no ha trascendido, fue suspendido poco después del suceso a la espera de que culminara la investigación de la Policía Metropolitana y de la del Capitolio.
Esta veterana fue una de las cinco personas que murieron durante el asalto , cuatro seguidores de Trump y un policía. Otros dos policías que participaron en el operativo durante el asalto se suicidaron en los días posteriores.
Hasta ahora, 400 personas han sido imputadas por las autoridades por ese ataque realizado por una mafia pro-Trump que buscó interrumpir la certificación de los votos del Colegio Electoral.
Los fiscales ya acusaron a nueve presuntos miembros o asociados del grupo paramilitar Oath Keepers y también han presentado cargos de conspiración contra miembros de otro grupo extremista, los Proud Boys, por su presunto papel en la violencia del 6 de enero.
En los días previos al asalto, varios de los manifestantes estuvieron en contacto con legisladores republicanos, según los registros telefónicos obtenidos por las autoridades.
El 6 de enero, cientos de seguidores del expresidente Donald Trump (2009-2017) irrumpieron en la sede del Congreso cuando se celebraba una sesión conjunta de las dos cámaras para ratificar la victoria en los comicios presidenciales de noviembre del demócrata Joe Biden.
Antes del asalto, Trump pronunció un discurso en la Casa Blanca en el que animó a sus partidarios a “marchar” hacia el Capitolio, en medio de sus denuncias sin pruebas de que hubo fraude electoral.
Con información de EFE