Qué actitudes debes dejar atrás si quieres comenzar a disfrutar tu vida, según los principios del mindfulness
Enfocarnos en nuestros objetivos es positivo, pero podrías quedar atrapado en un espiral de frustración si no consigues la satisfacción que pensabas. Conoce qué actitudes te ayudarán a salir de ese círculo de negatividad
Dejar atrás actitudes que alimentan la negatividad es igual o más importante que las metas que visualizamos cuando queremos comenzar un nuevo ciclo para mejorar nuestras vidas, y si logramos desecharlas, seremos más plenos y felices, dicen expertos del mindfulness.
Si bien enfocarte en tus objetivos como un nuevo trabajo, bajar de peso, ser más saludable o encontrar el amor, es positivo, podrías quedarte atrapado en ese camino y abrumarte cuando no consigues la satisfacción que pensabas.
Así comienza un ciclo doloroso en el que nada podría hacerte sentir pleno. La buena noticia es que todos podemos salirnos de ese círculo vicioso en el que solo logramos torturarnos a nosotros mismos.
En un interesante artículo de Tiny Buddha, expertos en la práctica del mindfulness recopilaron aquellas actitudes que debemos abandonar si queremos comenzar a disfrutar la vida.
Necesidad de aprobación
Todos los seres humanos estamos programados para pertenecer a algo, pero la necesidad de aprobación de todo mundo puede ser asfixiante y solo nos distrae de lo verdaderamente importante: aceptarnos nosotros mismos, dicen los expertos.
Cuando te aceptes a ti mismo reducirás la necesidad de aprobación de todos los demás. Reflexiona que cada que intentas sentirte integrado en realidad solo buscas aceptarte a ti mismo. Muchas veces nos sentimos reconfortados hasta que alguien nos dice que vamos por el mejor camino o nuestro trabajo es bueno, pero si aprendemos a decirnos a nosotros mismos “bien hecho” nos sentiremos realmente liberados.
Necesidad de controlar todo
Los expertos explican que es estresante, agotador e inútil tratar de controlar a las personas y a la vida, sin embargo, lo hacemos todo el tiempo porque asociamos el control con la seguridad.
La realidad es que no podemos controlar ni a las personas, ni al futuro ni a nada que esté fuera del alcance de nuestras manos. Intentarlo solo genera ansiedad porque terminamos luchando contra lo que no es real.
¿Qué debemos hacer entonces? Permitir que las cosas que no están en nuestras manos fluyan y se desarrollen como quieran, así como confiar en que todo saldrá bien, así habrá esperanza en un mejor futuro. Piensa que tu trabajo no es hacer que las cosas sucedan, sino hacer tu mejor esfuerzo y luego esperar a ver qué pasa.
Presionarte a ti mismo
Solemos presionarnos demasiado y causarnos mucho estrés en el proceso. Nos decimos a nosotros mismos que debemos alcanzar ciertas cosas en determinados momentos, apurarnos a alcanzar a otras personas o hacer más porque no hemos logrado lo suficiente.
Esto lo que provoca es una carrera contra el tiempo como si estuviéramos perdiendo. ¿Has sentido que los días se pasan más rápido? La realidad es que cada minuto vale lo mismo, todos los días por el resto de tu vida. Recuerda que mereces disfrutar la vida ahora, independientemente lo que hayas logrado.
Auto juzgarte
Muchas veces somos muy duros con nosotros mismos. Creemos que nada es suficiente y nos autocriticamos demasiado. Lo hacemos pensando que así nos motivaremos a hacerlo mejor la siguiente vez, pero si no funciona podríamos sentirnos cada vez peor. Tenemos que reconocer el miedo que provoca equivocarnos y hallar en nuestra autocrítica empatía. En resumen, hay que ser buenos con nosotros mismos.
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