Beber alcohol en exceso puede provocar pensamientos o tendencias suicidas
Una bebida alcohólica puede dar una sensación de relajación temporal, pero el aumento del consumo puede hacer que las emociones negativas como el enfado, la ansiedad y la depresión se apoderen de las personas
El consumo excesivo de alcohol puede afectar tu salud mental. El alcohol es un depresor y puede contribuir a sentimientos de depresión, ansiedad y hacer que el estrés sea más difícil de manejar. Además de influir en tu estado de ánimo a corto y largo plazo, beber demasiado alcohol también puede causarte problemas de memoria.
Algunas personas se enfadan, son agresivas, ansiosas o deprimidas cuando beben, esto se debe al impacto que el alcohol tiene en tu cerebro. El alcohol afecta a varios sistemas químicos nerviosos que son importantes para regular el estado de ánimo.
El Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo señala que el alcohol interfiere con las vías de comunicación del cerebro y estas interrupciones pueden cambiar el estado de ánimo, el comportamiento, hacer que sea más difícil pensar con claridad y moverse con coordinación.
Una bebida puede hacer que algunas personas se sientan más seguras y menos ansiosas, ya que el alcohol comienza a suprimir la parte del cerebro asociada con la inhibición pero a medida que se incrementa la ingesta de alcohol, también aumenta el impacto en la función cerebral.
Ansiedad
La organización Drinkaware Trust de Reino Unido explica que depender del alcohol para enmascarar la ansiedad también podría conducir a una mayor dependencia para relajarse. Se corre el riesgo de desarrollar tolerancia al alcohol y sentir la necesidad de beber más.
Depresión
Alcohol Research Current Reviews publicó en 2019 que las personas con trastorno por consumo de alcohol (lo que comúnmente se denomina alcoholismo), tienen un mayor riesgo de trastornos depresivos, que son los trastornos psiquiátricos concurrentes más comunes en esta población.
“Los estudios han indicado que la coexistencia de trastorno por consumo de alcohol y trastornos depresivos se asocia con una mayor gravedad y un peor pronóstico para ambos trastornos”, puede leerse en Alcohol Research. Ambos trastornos parecen compartir algunos factores de riesgo conductuales, genéticos y ambientales.
Si hay predisposición a los trastornos de salud mental, el alcohol puede exacerbar los efectos de ciertas afecciones, incluidas la ansiedad y la depresión. Alcohol.org señala que en algunos casos, el consumo excesivo de alcohol puede incluso provocar pensamientos o tendencias suicidas.
Drinkaware Trust señala que no siempre está claro si beber alcohol hace que una persona experimente síntomas de depresión. “Los estudios muestran que la depresión puede ser consecuencia del consumo excesivo de alcohol y que reducir o dejar de beber puede mejorar el estado de ánimo”.
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