Cómo limpiar los faros del auto con Coca-Cola
Cuando los faros de un auto comienzan a empañarse luego del uso constante, existen soluciones mucho menos costosas que la sustitución. Una de ellas es la Coca-Cola
Los faros del auto representan uno de los elementos fundamentales para mantener la seguridad del conductor y los ocupantes de un auto, pero también es una de las piezas que sufre más daños debido a la constante exposición a los rayos del sol. El material del que están hechos es policarbonato, un tipo de plástico que suele ser muy resistente, pero que termina reaccionando a los rayos UV, abandonando su aspecto reluciente y transparente por un aspecto turbio que tiende a empeorar con el paso del tiempo.
La solución a este problema puede ser sustituirlos. Es una medida cómoda y sencilla, pero que muchas veces suele resultar costosa. Por eso, muchas personas experimentan con productos inusuales como la Coca-Cola, una bebida realmente popular que muy pocas personas relacionan con poderes limpiadores, pero que ha demostrado tenerlos en una gran cantidad de escenarios, como en las llantas y también en los faros de un coche. La Coca-Cola contiene ácido fosfórico, un ingrediente que se destaca por un gran poder para limpiar el óxido en metales y que alcanza un efecto similar al que se logra con el jugo de limón, debido a su acidez.
A pesar de que los faros están hechos de plástico, la Coca-Cola ha sido probada por muchas personas a través de un método sencillo:
1. Aplicar una buena cantidad de Coca-Cola por todo el faro, asegurándose de que toda la superficie ha sido cubierta por la bebida.
2. Aplicar bicarbonato de sodio sobre todo el faro humedecido con Coca-Cola.
3. En un recipiente aparte, mezclar Coca-Cola y bicarbonato de sodio hasta obtener una pasta. Para que esto suceda, la cantidad de líquido debe ser mínima en comparación con el bicarbonato.
4. Poner la pasta resultante en la palma de la mano y comenzar a frotar con fuerza sobre la superficie del faro.
5. Repetir el procedimiento cuantas veces sea necesario para alcanzar el nivel de limpieza que se desee. Cuanto más suciedad y deterioro haya acumulado el faro, mayor será la cantidad de veces que deberá repetirse el procedimiento.
Antes de llevar a cabo cualquiera de estos procedimientos, es importante proteger las zonas en torno al faro para no causar daños en la pintura que los rodea y que, sin duda, se traducirán en una mayor inversión a futuro.
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