Un Ferrari 268 SP de Fantuzzi será subastado y su precio podría rondar los $10 millones
Siendo el único sobreviviente de una serie de seis producidos, este Ferrari 268 SP de Fantuzzi de 1962 es reconocido por haber participado en Le Mans durante ese año
Al igual que el Ferrari 410 Superamerica 1959, destinado a la subasta de RM Sotheby’s que se celebrará a mediados de este mes en la ciudad de Monterey California, un Ferrari 268 SP de Fantuzzi 1962 será ofrecido en el mismo evento a la espera de alcanzar una cifra acorde con su valor: entre $8 y $10 millones. Este auto deportivo es el único sobreviviente de una pequeña producción de seis ejemplares que se llevó a cabo en la década de los años 60 y destaca por haber sido introducido en Le Mans, uno de los circuitos de carrera más desafiantes de todo el mundo. Su diseño pasó a representar un referente para los autos de Fórmula 1 de Ferrari debido a la disposición de su motor en la parte trasera.
Este motor —un V6 de 2.4 litros con doble árbol de levas— se atribuye a Vittorio Jano y a Dino Ferrari, quienes lo diseñaron y montaron en los dos primeros prototipos hermanos presentados a la prensa en 1961. Pero más allá del motor, este auto impresionó al mundo por su carrocería araña de Fantuzzi con parabrisas de poca altura y guardabarros curvados acompañados de un alerón trasero. En la parte delantera, el auto dispone de una rejilla doble que favorece su aerodinámica dejando pasar el aire. Su particular silueta está certificada por Ferrari Classiche como “nariz de tiburón” y también influyó para hacerlo formar parte de la colección Mas di Clos de Pierra Bardinon por casi 30 años.
Este increíble vehículo, que solo ha tenido dos propietarios privados desde 1969, también estuvo expuesto en la Galleria Ferrari de Maranello, Italia y ha estado sometido a pocas restauraciones: la más importante se realizó en 1970 para restaurar su nariz y reemplazar el escape por uno con diseño de fábrica. La restauración fue hecha por Pierre Bardinon de Aubusson, uno de los más importantes coleccionistas de Ferrari que lo adquirió, un año antes, para su museo personal. Según sus registros, es la que aún ostenta, haciendo de este auto una joya invaluable.
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