Oraciones para purificar el karma negativo: elimina las cargas del pasado
Una de las maneras más poderosas y efectivas de deshacernos del peso energético de las malas acciones de vidas pasadas es a través del agradecimiento. Conoce algunas oraciones que te ayudarán a limpiar ese karma
Las oraciones son una manera de agradecimiento al universo y espiritualmente ayudan a eliminar las cargas del pasado, por lo que son poderosas para purificar el karma negativo, dicen los expertos en canalización de las energías positivas.
La palabra karma proviene del sánscrito y significa “acción”. Corrientes religiosas budistas e hinduistas lo definen como una ley de la causalidad, una energía que trasciende generaciones y que es consecuencia de todas nuestras acciones y pensamientos. En la física equivaldría a la Ley de Newton: “a toda acción corresponde una reacción de igual fuerza y de sentido contrario”.
Existen dos tipos de karma: positivo y negativo. Hablamos de un karma positivo cuando la energía que recibimos del universo proviene de acciones del pasado que han sido buenas por lo que nuestra vida está llena de bendiciones y prosperidad. Un karma negativo es todo lo contrario, sin embargo, no significa que tengamos mala suerte o estemos condenados: el universo nos señala que tenemos una lección por aprender, y cuando lo hagamos, creceremos espiritualmente.
Hay procedimientos que podemos hacer para tener un buen karma entre ellos practicar la compasión, mostrar afecto y bondad, respetarse uno mismo y a los demás y ser agradecido, entre otras.
Si consideras que tienes un karma negativo en tu vida, existen diferentes maneras de purificarlo, entre ellas, las oraciones. Sitios especializados como WeMystic y Triskelate señalan que la clave de rezar se encuentra en el agradecimiento y recogen algunas opciones que te ayudarán a eliminar el peso que cargas por tus malas acciones o aquella negatividad que has heredado de vidas pasadas. Algunos ejemplos son:
“Te agradezco, oh Dios, por mi maravillosa familia y por todo lo que has hecho por nosotros. Gracias, Dios, por este día en el que todos nos despertamos sanos. Gracias, Dios, por tu amor incondicional por nosotros. Gracias, Dios, por salvarnos.
Gracias, Dios, por la salud, protección, equilibrio y perfección de nuestro cuerpo y espíritu. Gracias, Dios, por la armonía, la paz, el amor y la felicidad que nos llega. Gracias, Dios, por la abundancia, prosperidad, reconocimiento y por todas tus provisiones en nuestras vidas. Gracias, Dios, por mi maravilloso ángel de la guarda que me has confiado. Gracias, Dios, por ser una luz que emana luz en tu nombre.
Gracias, Dios, por mejorar mi fe, por mi evolución espiritual y por usarme como instrumento. Gracias, Dios, por capacitarme y convertirme en un destructor de las obras del mal. Gracias, Dios, por hacerme dominar lo que una vez tuve. Gracias, Dios, por darme entendimiento y liberación de lo que me hizo sufrir. Gracias por eliminar los pensamientos negativos de mi mente.
Te agradezco, oh Dios, por darme sabiduría, valor y liberación. Gracias por tener buenos pensamientos. Gracias, Dios, por hacerme humilde y reconocer mis propios errores. Gracias, Dios, por hacerme actuar correctamente y por hacerme decir lo que se debe decir. Gracias por mi realización espiritual, personal y profesional.
Gracias Dios por mi realización emocional, afectiva y sentimental. Gracias por mis relaciones bendecidas y por mis reuniones divinas y oportunas. Gracias Dios por las dificultades que me has dado, porque sé que a través de ellas me has hecho evolucionar y vencer. Gracias por hacerme competente y responsable en todo lo que hago.
Gracias, Dios, por todas las oportunidades que me has brindado. Gracias por hacerme reconocer y disfrutar estas oportunidades, tal como ocurren en mi vida”.
La siguiente opción se debe realizar por nueve días y es ideal si tienes un karma heredado de familiares:
“Yo soy (di tu nombre) y decreto que durante los 9 días en los que realizo esta oración, limpio y me libero de todo lo que no deseo para mí.
En el día noveno, esta purificación y limpieza queda sellada por siempre.
“Yo soy (di tu nombre) y ahora mismo, hacia adelante y atrás en el tiempo, en esta vida, las vidas pasadas, vidas simultáneas, vidas futuras, en todas las dimensiones, marcos temporales, ubicaciones y en mi ADN establezco la limpieza, corte, disolución, purificación y transmutación de:
Todos mis bloqueos, heridas emocionales, experiencias traumáticas, todos los códigos erróneos en mi subconsciente, y todo patrón contrario a la luz heredado genéticamente de mis generaciones pasadas.
Yo proclamo aquí y ahora, en este plano de la manifestación, que todo mi linaje genético ya está perfectamente purificado y limpio de todo patrón negativo, y ya no tiene incidencia en mi ser, porque ya ha sido limpiado mi ADN.
Sean bendecidos y purificados en este acto todos mis antepasados a través del fuego redentor del Espíritu Santo, por su gracia y misericordia. Gracias Padre Celestial, porque así es, y que se cumpla tu voluntad y no la mía.”
Cuando llegue el noveno día tienes que decir: “Decreto que esta sanación y purificación ha finalizado y se encuentra sellada por siempre y para siempre. Está terminado”.
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