Los tipos de guías espirituales que podrías tener y cómo contactarte con ellos

Los guías espirituales son seres energéticos que usan su sabiduría, adquirida de otros mundos o de su divinidad para ayudar a quienes habitamos en la Tierra. Cada persona tiene uno o varios de ellos y pueden adoptar diversas formas.

Se expresan a través de señales sutiles, pero poderosas. Por ejemplo, cuando obtenemos una respuesta en un sueño o súbitamente sabemos cómo actuar siguiendo nuestra intuición, según explica Astrology.com en un artículo.

Existen diferentes tipos de guías espirituales, entre las categorías generales se ubican:

Los ángeles

Son seres divinos, mensajeros de Dios, que se encargan de proteger a todos los seres humanos. Aquí se ubican los arcángeles, ángeles de la guarda y los ángeles serviciales.

Los arcángeles son quienes acuden a nuestra ayuda cuando tenemos problemas muy graves; el ángel de la guarda es el que está exclusivamente dedicado a ti (es personal) y está contigo desde el momento de tu nacimiento; mientras que un ángel servicial es cualquier entidad angelical que interviene cuando necesitamos respuestas.

Animales espirituales

Son criaturas del reino animal que tienen un significado para nosotros. La naturaleza les dio características que pueden asociarse a nuestro comportamiento. Los animales espirituales son aquellos que aparecen repetidamente en tu vida y sus cualidades pueden ayudarte a superar tus problemas.

Antepasados

Se trata de una conexión espiritual con alguno de tus familiares que han trascendido a otro plano. Ellos ayudan a crear una mejor relación con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

Maestros ascendidos

En tradiciones religiosas, hay personas que pasan al reino espiritual tras una vida de sabiduría y servicio. Ellos pueden ayudarte a lidiar con dilemas morales, por ejemplo.

Cómo contactar a tu guía espiritual

Las formas más eficaces son mediante la oración y la meditación. Para orar puedes ayudarte de velas, ofrendas, artículos de la persona difunta o imágenes religiosas. Ellos a menudo se contactarán con señales que solo tú eres capaz de reconocer e interpretar.

En cuanto a la meditación debes elegir un lugar tranquilo, libre de distracciones y sentarte en una posición cómoda. Si conoces el nombre de tu guía, repítelo varias veces para llamarlo, de lo contrario háblale sin decir su nombre.

Concéntrate en preguntas específicas cuyas respuestas deseas conocer. Debes estar lo suficientemente abierto a sentir cambios a tu alrededor. Cuando termines, escribe en un diario la sensación que tienes en ese momento y los pensamientos que te llegan.

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