La economía circular, clave fundamental para hacer frente al cambio climático
Ellen MacArthur indicó que un tercio de las emisiones globales de efecto invernadero se deben a la producción de alimentos. Con base en ese dato, exhortó a los gobiernos que pasen de una economía lineal a una circular más sostenible
La exregatista británica Ellen MacArthur, fundadora de la fundación que lleva su nombre, aseguró a Efe que la economía circular es un elemento clave para alcanzar una producción más sostenible en la agricultura, la movilidad e incluso en la moda, así como para hacer frente al cambio climático.
“Cuando pasamos del modelo lineal a la economía circular, eso supone un gran cambio en la forma como abordamos la economía global como un todo, desde la agricultura a la movilidad, pasando por la construcción, el medio ambiente o la moda”, dijo MacArthur en una entrevista telemática con Efe.
A finales de septiembre, la fundación publicó el informe “el gran rediseño de alimentos”, en el que plantea repensar los ingredientes que se usan y su forma de producción para brindar opciones más benéficas a los clientes, agricultores y clima.
La economía circular está basada en la eliminación de residuos y polución, en el reaprovechamiento de los materiales y en la regeneración de los sistemas naturales, por lo que es apuntada por los expertos como la solución más viable para un desarrollo sostenible y la desaceleración de la crisis climática.
“Pero ello implica muchos desafíos y muchas conversaciones. Se trata de ir al inicio del sistema para cambiar el propio sistema, de modo que él pueda funcionar de manera circular”, explicó la fundadora de la Fundación Ellen MacArthur.
Desde 2010, la institución trabaja con empresas y gobiernos para acelerar los procesos para alcanzar una economía circular, además de producir estudios sobre la viabilidad de los proyectos a nivel regional y global.
“Hay maneras de cultivar alimentos de forma regenerativa, con principios circulares“, pues “sabemos que podemos hacer las cosas diferente y de una forma muy rentable, pero necesitamos que esas prácticas se difundan”, sostuvo MacArthur.
Agregó que, para ello, es necesario que los consumidores presiones las “grandes marcas” y los grandes productores para que cultiven sus plantíos de “forma regenerativa”, al paso que instó a los gobiernos a “ayudar en esa transición” a través de regulaciones, legislaciones e incentivos.
Efectos invernaderos en la producción de alimentos
Según el informe, la industria alimentaria es responsable de un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y más del 50% de la presión sobre la biodiversidad inducida por el hombre.
Así, MacArthur aseguró que la migración hacia una economía circular es igualmente fundamental para mitigar los devastadores efectos del cambio climático.
“No hay dudas de que tenemos que hacer cambios significativos a nivel mundial para tener la oportunidad de revertir esta tendencia”, dijo, y agregó ser posible reducir en un 55% las emisiones de gases tóxicos mediante el cambio a energías renovables.
Sin embargo, los 45% restantes de las emisiones “son creados por la manera cómo hacemos productos, cómo los utilizamos y cómo cultivamos alimentos”.
“Si podemos cambiar a principios más circulares, tenemos la capacidad de influir en esos 45% y, al mismo tiempo, migrar hacia las energías renovables” y así cumplir la meta de restringir el aumento de la temperatura global a 1,5 grados en las próximas dos décadas, recalcó.
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