Fiscalía de Colorado anuncia medidas contra el racismo de la policía en Aurora
La policía de Aurora, un suburbio de Denver, debe reformar sus demostradas prácticas racistas y de abuso policial contra minorías
DENVER, Colorado – La Fiscalía estatal de Colorado anunció este martes un nuevo paquete de medidas para “proteger la seguridad del público” en Aurora, un suburbio al este de Denver donde investigadores locales y federales detectaron y documentaron decenas de casos de racismo y abuso policial entre 2015 y 2019.
“Este decreto de acuerdo extrajudicial elevará la calidad de las actividades policiales y mejorará la seguridad pública en la Ciudad de Aurora. La dura tarea ante nosotros será reconstruir la confianza en las fuerzas del orden, operar con el ánimo de mejorar continuamente y proteger la seguridad pública por medios legales y justos”, dijo el fiscal estatal Phil Weiser en rueda de prensa al anunciar el acuerdo, el primero de su clase en el país.
“Al trabajar juntos, podremos proteger la seguridad del público y los derechos civiles al colaborar con las fuerzas del orden para mejorar la forma en que operan. Mientras Aurora lleva adelante esta importante tarea, nuestro departamento la respaldará haciendo todo lo que podamos para asegurarnos de que Aurora tenga éxito en lograr sus compromisos”, agregó.
En septiembre de 2020, la Fiscalía estatal publicó un documento de 118 páginas (elaborado conjuntamente con el FBI) en el que concluyó que tanto el Departamento de Policía de Aurora (APD) como el Departamento de Bomberos local (AFD) “repetidamente infringieron leyes estatales y federales” contra el racismo, incluyendo uso excesivo de fuerza contra minorías, arresto desproporcionado de minorías y uso ilegal de sedantes en sospechosos.
El reporte afirma que APD y AFD operaban siguiendo “un modelo consistente de conductas ilegales” y, en consecuencia, “se destruyó la confianza de la comunidad” en esas agencias.
Específicamente, APD “practica el racismo” y el “uso excesivo de fuerza”, a la que vez que, contrariamente a lo que exige la ley, “no documenta” las interacciones de los uniformados con el público.
Entre los casos notables más recientes citados en el reporte figura no solo la muerte del joven afroamericano Elijah McClain (quien, pese a no ser sospechoso de ningún delito, fue sedado por la policía hasta que perdió la vida), sino el hecho de que tres policías luego se tomaron una fotografía frente a las ofrendas florales en recuerdo de McClain imitando la pose del joven fallecido.
En marzo de 2020, agentes de APD detuvieron a punta de pistola a un médico, originario de la India, que estaba por entrar a su propia clínica comunitaria, pensando que era un ladrón.
Y en agosto de ese año, seis miembros de una familia afroamericana (incluidos cuatro menores) fueron removidos a la fuerza de su auto cuando APD creyó erróneamente que era un vehículo robado.
Por otro lado, los latinos y afroamericanos en Aurora son detenidos dos veces y media más que el porcentaje de personas de esos grupos en la población general. Y lo mismo sucede con los inmigrantes, que representan el 20 % de los 370.000 habitantes de esa ciudad (incluyendo 111.000 latinos).
Además, de 2008 a 2018 APD destinó $7 millones de dólares para entrenar a sus uniformados en uso de fuerza, sin que se los hubiese capacitado en otras alternativas.
Por eso, Aurora deberá ahora crear nuevas reglas para el accionar policial, entrenar a su personal en esas nuevas reglas, promover la diversidad entre los policías, documentar toda interacción con la comunidad y seguir las leyes federales al administrar sedantes. La Corte de Distrito del Condado Arapahoe supervisará el cumplimiento de ese proceso.
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