LAPD considera limitar ‘paradas de pretexto’ de oficiales contra conductores y peatones

El Departamento de Policía de Los Ángeles está considerando limitar las “detenciones de pretexto” de automovilistas y peatones por parte de agentes que investigan delitos graves, argumentando que no son efectivas y han socavado la confianza pública en la policía, particularmente entre los residentes afroamericanos y latinos que han sido atacados de manera desproporcionada en el pasado.

Tales detenciones involucran a los oficiales citando infracciones menores del código o de tránsito como un “pretexto” para detener a los automovilistas, ciclistas o peatones que sospechan que pueden estar involucrados en delitos más graves.

El LAPD los ha utilizado durante décadas, especialmente en el sur de Los Ángeles y otras áreas donde la violencia armada es alta, pero han sido objeto de un mayor escrutinio desde que un análisis de 2019 realizado por el diario Los Ángeles Times encontró disparidades raciales significativas en su uso.

La política propuesta, que se presentó ante la Comisión de Policía el martes, a pesar de las objeciones del sindicato que representa a los oficiales de base, prohibiría que se realizaran tales paradas “a menos que los oficiales estén actuando sobre información articulada” sobre un delito grave.

La política establece que tales detenciones “no deben basarse en una mera corazonada o en características generalizadas como la raza, el sexo, la edad, la condición de persona sin hogar o la presencia en un lugar de alta criminalidad de una persona”.

La política también establece que la duración y el alcance de dichas detenciones no deben extenderse más allá de lo que se justificaría para abordar la infracción que sirvió como pretexto para la detención sin “sospecha razonable articulable o causa probable de actividad delictiva”, y requiere que los oficiales registren sus razones para todas esas paradas en sus cámaras corporales.

La política también reconoce de manera formal el daño que tales paradas pueden causar.

“Llevar a cabo una parada y/o detención de vehículos o peatones puede promover la seguridad pública y la protección del público contra delitos graves y, a veces, violentos”, establece la política propuesta.

“Dichas detenciones también pueden someter a los automovilistas y peatones a inconvenientes, confusión y ansiedad, y tensan las relaciones entre la policía y la comunidad.

“Esto es particularmente cierto ya que los miembros de la comunidad a veces perciben las paradas como parciales, racialmente motivadas o injustas”.

Estimulado por los hallazgos, el Departamento de Policía de Los Ángeles redujo drásticamente el uso de tales paradas.

El inspector general del departamento también auditó el uso de tales detenciones y descubrió que en 2020 los conductores afroamericanos y latinos fueron sujetos a muchas más paradas que los conductores blancos a pesar de que era menos probable que tuvieran contrabando.

También encontró que las paradas eran de “efectividad limitada para identificar evidencia de armas de fuego ilegales o delitos graves”, con solo el 2% de las paradas de tráfico que resultaron en un arresto.

El martes, Lizabeth Rhodes, directora de policía y política constitucional de LAPD, dijo que la nueva política equilibra las necesidades de seguridad pública con la necesidad del departamento de colaboración comunitaria, confianza y responsabilidad, limitando tales tácticas sin prohibirlas por completo.

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