Video muestra el momento en que Rusia bombardea la planta siderúrgica de Mariúpol con misiles termobáricos

Imágenes capturadas por drones muestran explosiones y columnas de fuego en el complejo siderúrgico de Azovstal, todavía defendido por 2,000 combatientes ucranianos, luego de la evacuación de 101 civiles

Video muestra el momento en que Rusia bombardea la planta siderúrgica de Mariúpol con misiles termobáricos

Un total de 101 civiles lograron escapar y la mayoría llegó ayer a un centro de refugiados en Zaporizhzhia. Crédito: Chris McGrath | Getty Images

Enormes explosiones arrasaron la planta siderúrgica de Mariúpol cuando las fuerzas rusas atacaron el sitio bombardeado con misiles termobáricos.

Mientras los valientes ucranianos realizan una última y desesperada resistencia contra las tropas de Putin en la ciudad sitiada, los combatientes rusos irrumpieron en el extenso complejo de Azovstal, donde cientos de aterrorizados civiles permanecen atrapados en el “infierno” en búnkeres.

La devastada fábrica de Mariúpol enfrentó ataques aéreos y bombardeos de tanques y cañones navales mientras se intentaba desembarcar a la infantería en bote después de un alto el fuego para evacuar a los atrapados en el derrumbe.

Imágenes de drones que muestran el último reducto que queda en la ciudad portuaria, siendo bombardeado por lo que parecen ser cohetes termobáricos que revientan los pulmones.

En el video publicado por la República Popular de Donetsk, se pueden ver explosiones de bolas de fuego recorriendo el sitio mientras columnas de humo negro y espeso llenan el aire.

Dado que las fuerzas rusas continúan asaltando la planta, se han perdido las comunicaciones con los defensores ucranianos que se encuentran en el sitio.

Al menos 30 niños siguen atrapados en la planta junto con cientos de civiles y miles de defensores acérrimos de la infantería de marina de Ucrania y el Batallón Azov.

El alcalde de la ciudad, Vadym Boichenko, dijo que Rusia atacó la planta con ataques aéreos, cañones navales y artillería pesada desde tierra.

“La gente sigue muriendo. Hoy no hay conexión para entender lo que está pasando, si son seguros o no. Ayer hubo una conexión con ellos. Hoy, no más”, dijo Boichenko.

La planta siderúrgica es la pieza final de Mariúpol que aún está bajo control ucraniano, mientras los defensores intentan desesperadamente evitar que la ciudad portuaria estratégica caiga en manos de las fuerzas de Putin.

Rusia negó los informes de que estaba tratando de asaltar la fortaleza, y el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, describió el devastador bombardeo como un intento de evitar que los defensores se muevan a posiciones de fuego.

Insistió en que el presidente Putin había ordenado a las tropas que no atacaran a pie.

“Ha habido una orden pública del comandante supremo para cancelar el asalto; no hay asalto”, dijo.

“Vemos que hay agravantes asociados con el hecho de que los militantes van a posiciones de tiro. Estos intentos son reprimidos muy rápidamente”.

Hasta 400 civiles permanecen atrapados en búnkeres y túneles debajo del sitio en medio de llamados a extender un alto el fuego, en el que se rescató a 101 personas.

La mayoría de los 50 autobuses de rescate partieron vacíos, dejando a los que quedaban en el único rincón de la ciudad portuaria sitiada libre de la ocupación rusa preguntándose si alguna vez lograrían salir con vida.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, anunció que solo 101 civiles lograron escapar antes de que se reanudaran los bombardeos.

La mayoría llegó ayer a un centro de refugiados en Zaporizhzhia.

Muchos se habían refugiado en la planta cuando comenzó la guerra en febrero.

Ninguno parecía tener hambre, lo que genera la esperanza de que quede suficiente comida para los civiles y 2,000 soldados, incluido el Batallón Azov y los infantes de marina que han prometido luchar hasta el final.

El jefe de la Cruz Roja, Pascal Hundt, confirmó anoche que “se han reanudado las hostilidades”.

“Hay intensos combates en Azovstal y sus alrededores. Realmente estamos preocupados”, agregó.

Sviatoslav Palamar, un comandante en el sitio, apodado El Álamo por la última posición de los soldados, dijo: “Se está llevando a cabo un poderoso asalto con el apoyo de vehículos blindados y tanques”.

Dijo que Rusia estaba tratando de “desembarcar una gran cantidad de infantería en barco”.

“Haremos todo lo que podamos para repeler este asalto, pero pedimos medidas inmediatas para evacuar a los civiles”, agregó.

La evacuación de la planta, respaldada por la ONU, donde comenzaron los combates poco después de la invasión del 24 de febrero, debía durar 24 horas, pero continuó durante cinco días antes de que se rompiera el alto el fuego. No estaba claro cuántos combatientes ucranianos seguían adentro, pero los rusos calcularon la cifra en unos 2,000 en las últimas semanas y se informó que 500 resultaron heridos.

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