Jerome Powell, el presidente de la Fed, admite que una recesión es posible y que evitarla sería “muy difícil”

Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, aseguró que la Fed elevará las tasas de interés lo suficientemente alto y rápido para sofocar la inflación, pero advirtió que lograrlo sería “muy difícil” y una recesión es “una posibilidad”.

Al testificar ante el Comité Bancario del Senado, Powell enfrentó una serie de cuestionamientos de miembros de ambos partidos sobre la capacidad de la Fed para controlar la inflación, que se ha convertido en la principal preocupación de los estadounidenses.

Los demócratas le preguntaron si los aumentos acelerados de tasas de la Fed lograrán frenar la inflación, que en mayo subió a 8.6%, o si, en cambio, podrían llevar a la economía a una recesión.

Varios republicanos denunciaron que la Fed de Powell se había movido con demasiada lentitud para comenzar a subir las tasas y ahora debe acelerar sus aumentos.

Powell reconoció que una recesión es posible, ya que la Fed aumenta constantemente los costos de los préstamos.

“Ciertamente es una posibilidad”, dijo en respuesta a una pregunta del senador demócrata John Tester. “No es nuestro resultado previsto, pero ciertamente es una posibilidad”.

Powell enfatizó que el objetivo principal de la Fed es reducir la inflación, pero dijo que todavía espera lograr un “aterrizaje suave”: una reducción de la inflación y una desaceleración del crecimiento sin desencadenar una recesión y un alto desempleo.

“Creemos que es absolutamente esencial que restablezcamos la estabilidad de precios, realmente para el beneficio del mercado laboral, tanto como para cualquier otra cosa”, dijo Powell en el primero de los dos días de testimonio como parte del informe semestral de la Fed al Congreso.

El testimonio de Powell llega una semana después de que la Fed anunciara su aumento de tres cuartos de punto, su mayor aumento en casi tres décadas.

Con la inflación en un máximo de 40 años, los formuladores de políticas de la Fed también pronosticaron un ritmo más acelerado de aumentos de tasas este año y el próximo de lo que habían pronosticado hace tres meses.

Biden pidió al Congreso que suspenda los impuestos sobre la gasolina y el diésel de EE.UU. durante tres meses para reducir los altos precios de las bombas, que tienen un promedio de casi $5 por galón.

Muchos economistas se muestran escépticos de que los consumidores vean el beneficio completo de una exención fiscal sobre el impuesto a la gasolina de 18,4 centavos por galón.

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