Rudy Giuliani fue golpeado en la espalda por el empleado de un supermercado en Nueva York
El trabajador de un ShopRite de Nueva York le dio una fuerte palmada en la espalda a Rudy Giuliani, que dijo que apenas se pudo mantener de pie, mientras este estaba haciendo campaña para su hijo Andrew Giuliani en la tienda
El abogado del expresidente Donald Trump y exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, fue golpeado en la espalda en un supermercado de Staten Island por un empleado de la tienda este domingo.
El trabajador de ShopRite fue detenido tras supuestamente insultar y golpear en la espalda al político de 84 años de edad.
Giuliani, quien estaba haciendo campaña por su hijo Andrew Giuliani, expresó que apenas pudo mantenerse de pie luego del incidente.
Las autoridades informaron que Daniel Gill, de 39 años, le dio una palmada en la espalda al abogado mientras repartía volantes en la tienda en 3010 Veterans.
“Me golpearon como si me golpeara una roca”, manifestó Giuliani durante su conferencia de prensa virtual. “Me empujó hacia adelante un paso o dos, no me derribó, pero me dolió tremendamente”.
“Me duele el hombro ahora”, dijo el exalcalde, “voy a ir a ver a un médico más tarde. Fue doloroso toda la noche, fue difícil dormir. Fue un tiro muy, muy pesado. … Podría haberme golpeado fácilmente, tirarme al suelo y matarme”.
El hijo del abogado, que se postula para la gobernación de Nueva York, dijo en un comunicado que el ataque a su padre fue “motivado políticamente”.
“La gente inocente es atacada en la Nueva York actual todo el tiempo. Este incidente en particular golpeó muy de cerca. El asalto a mi padre, el alcalde de Estados Unidos, fue por política. No nos dejaremos intimidar por la izquierda. Como gobernador, defenderé la ley y el orden para que los neoyorquinos se sientan seguros nuevamente. Este mensaje ha resonado entre los votantes a lo largo de mi campaña, antes de las primarias del martes”.
Giuliani dijo que no sabía qué lo había golpeado en ese momento, y que se sorprendió, ya que había realizado campaña ahí para él, su hijo y otros colegas, unas 500 veces, quizá hasta 1,000, estimó.
Tras el golpe, el exalcalde de Nueva York dijo que el empleado siguió maldiciendo e insultando sobre “matar mujeres” y cuando no paró, fue cuando llamó a la policía para que lo arrestaran.
Gill enfrenta un cargo por asalto en segundo grado por golpear a un anciano.
“Esto tiene que parar, esto tiene que parar”, dijo. “Pudo haber sido mucho peor, por supuesto”.
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