Un médico reconocido de Boston, con una doble vida, es hallado culpable del asesinato de su esposa
El 29 de junio de 2001, el médico de Boston Dirk Greineder, de 60 años, es declarado culpable de asesinato en primer grado por la muerte de Mabel Greineder, de 58 años, su esposa durante más de 30 años.
El médico siempre se declaró inocente del crimen. Crédito: Scott Olson | Getty Images
Dirk Greineder fue un alergólogo distinguido, su esposa, conocida como May, trabajaba para él como enfermera y estaba estudiando para obtener un título avanzado en atención médica.
La pareja había criado a tres hijos y vivía en Wellesley, un suburbio de Boston elegante y, por lo general, libre de delitos. Vecinos y amigos vieron a la pareja como especialmente cercana y dedicada el uno al otro. Casi todos los días, paseaban juntos a sus pastores alemanes en un parque cercano.
El 31 de octubre de 1999, Dirk llamó al 911 desde su teléfono para informar que su esposa había sido atacada cerca de un estanque en su parque local, mientras los dos estaban dando un paseo.
Según su testimonio, había dejado a su esposa ejercitando a su perra porque ella venía experimentando dolores de espalda, y cuando volvió junto a ella, encontró su cuerpo golpeado y postrado en el camino, casi había sido decapitada y tenía puñaladas en el pecho. La policía encontró guantes, un martillo y una navaja que se cree que se usaron en el asesinato en un desagüe pluvial cercano.
En el curso de su investigación, se descubrió que el muy respetado y consumado Dirk Greineder había estado viviendo una vida secreta. Usando el alias “Thomas Young”, con frecuencia descargaba pornografía de Internet; pagó facturas sustanciales de sexo telefónico; y regularmente organizaba encuentros con prostitutas en hoteles y en su oficina en casa.
De hecho, la policía descubrió que se había puesto en contacto con una prostituta el día después del asesinato de su esposa. Creyendo que el médico había matado a su esposa para ejercer más libremente sus actividades sexuales extramatrimoniales, fue detenido a mediados de noviembre de 1999.
En el transcurso del juicio, los fiscales describieron cómo Dirk había creado una empresa falsa y la utilizó para solicitar una tarjeta de crédito corporativa a nombre de “Thomas Young”; que había solicitado con frecuencia sexo en grupo y acompañantes; y que este comportamiento pareció volverse casi obsesivo en la semana anterior al asesinato de su esposa.
En esos siete días, el médico contactó a varias prostitutas, tuvo relaciones sexuales con al menos una y, en ocasiones, pasó más de cuatro horas por día en sitios de pornografía en Internet, además de mantenerse al día con una carrera exigente.
Varios testigos declararon que May se había vuelto cada vez más insegura sobre el matrimonio y se había centrado en comprar ropa nueva, hacer ejercicio con más frecuencia e incluso había pensado en hacerse un estiramiento facial. Los fiscales señalaron la conclusión de que May había descubierto la vida secreta de su esposo o se estaba acercando mucho.
Los fiscales también enfatizaron que los testigos ubicaron a Greineder en los momentos posteriores al asesinato, saliendo del área donde se encontraron escondidas las armas homicidas en lugar de dirigirse al lugar más probable para encontrar ayuda, la carretera principal.
La acusación también presentó pruebas de que el médico se había demorado en hacer la llamada al 911, que los guantes y el martillo probablemente pertenecían a Dirk y que la sangre encontrada en la escena, incluso en el cuerpo de Dirk, no concordaba con su versión.
A pesar de algunas pruebas aparentemente condenatorias, Dirk Greineder disfrutó del fuerte apoyo de amigos y familiares, incluidos los tres hijos de la pareja. El médico testificó sobre cuánto amaba a su esposa y que esperaban con ansias la próxima boda de su hija.
Aunque dijo que no estaba seguro de si su esposa sabía de sus aventuras sexuales, insinuó que el sexo externo pudo haber contribuido a la fortaleza de su relación. La defensa sostuvo que el médico no tenía ningún motivo para matar a su esposa.
A pesar de un caso en su mayoría circunstancial en su contra, Dirk Greineder fue declarado culpable de asesinato en primer grado el 29 de junio de 2001, después de un juicio de seis semanas y cuatro días de deliberaciones.
Más tarde ese mismo día, Greineder recibió la sentencia obligatoria, cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
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