Tras la época dura de la pandemia… ¡migrantes vuelven a llevar a sus padres a EE.UU.!

Las campañas de vacunación contra la COVID-19 realizadas en EE.UU. y México permitió que se levantaran las restricciones de viaje y se reactivaran los trámites para que migrantes pudieran llevar a sus familiares a territorio estadounidense

La familia Hernández reunificada antes de la pandemia.

La familia Hernández reunificada antes de la pandemia. Crédito: Familia Hernández | Cortesía

MEXICO.- “¡No lo podía creer! ¡Esto sólo pasaba en los videos de las redes sociales!”. Salomón Hernández abrazaba a su madre y pensaba en la dicha que tenía en sus brazos después de 18 años de estar separados por la inmigración de él en Estados Unidos.

Se habían visto frecuentemente, pero por videollamada, que no es lo mismo que estar en persona, tocarse, olerse, sentir el cariño y la evolución de hombre mujer, de madre a madura a abuela. De pronto estaban los dos en el aeropuerto de Atlanta tras un viaje largo desde la mixteca hidalguense profunda.

“Bienvenida”, dijo él. ¿Por qué no me dejaron traer los quelites?”, pensaba ella.

De eso hace casi dos años. Luego, el reencuentro de hijos migrantes con sus padres que dejaron en México se suspendieron por la pandemia en 2020. La embajada y los consulados de Estados Unidos cerró sus puertas y apenas daba citas esporádicas. Las solicitudes que antes tardaban un par de meses se volvieron años así como las esperanzas.

Pero en las últimas semanas, millones de dosis de vacunas después, la Unión Americana se relajó y volvió a dar citas de todo tipo para los trámites de las visas, incluyendo las solicitudes para que los padres sin ver a sus hijos migrantes puedan viajar.

Los requisitos son los mismos para todos: ser mayor de 60 años, no tener antecedentes migratorios o legales con Estados Unidos, estar en un aceptable estado de salud y tener hijos migrantes que más de 10 años sin verlos.

Por ello los vuelos cargados de padres mexicanos hacia los 50 estados de EE.UU. están a la orden del día. Este verano tienen visas por lo menos unas 2,000 personas en estas condiciones. De Hidalgo, Yucatán, Guanajuato, Zacatecas más el resto que lo está programando.

Salomón Hernández recuerda los días en que sus padres viajaron a Atlanta. Su papá, quien vive en la Ciudad de México se acopló pronto, la mamá, más del medio rural, se sentía ajena, sin los quelites y nopales, sin el el pollo de rancho “que es mejor” y sin los nietos pequeños de allá.  

Pero estaba con su hijo y pronto se olvidó de Hidalgo. Tendría sólo 40 días para disfrutar de sus dos hijos (Salomón y otro hermano) y nadie se lo iba a quitar, pronto se iría y volvería al pueblo, ¿Cuándo podría volver?

El papel de los clubes

Salomón Hernández cree que podrá llevar otra vez a sus padres a Atlanta para mayo próximo cuando su hija Nathali se gradúe de médico. Estudiar medicina no es cualquier cosa. Menos en Estados Unidos, donde el nivel de exigencia es absoluto. Menos para una familia de emigrantes.’

“Sería un honor que mis padres vean lo que su nieta ha logrado y que ella les diga que va por más porque quiere hacer una especialidad”, comenta Salomón.

La primera vez, lo hizo a través del Club de Hidalguenses Tlalchinieblas, en Georgia, que se formó en 2018 y alcanzó a tramitar visas para 110 familias. Después llegó la pandemia y se suspendieron los permisos para otras 20. Situaciones similares ocurrieron con el resto de los clubes de migrantes organizados en toda la Unión Americana.

Los clubes están en coordinación con las autoridades de15 estados de la República Mexicana que facilitan los trámites e incluso con algunos gastos, pero depende de cada situación. Estos son los gobiernos locales: Guanajuato, Tlaxcala, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Yucatán, Zacatecas, Guerrero, Hidalgo, Nayarit, San Luis Potosí, Estado de México, Veracruz y Durango. 

Los programas de reunificación familiar surgieron por primera vez en Zacatecas en 2012, donde los clubes migrantes de Chicago le pidieron al gobierno del estado ayudarles a conseguir las citas en el consulado para sus madres y padres. Otros siguieron su camino y tienen diferentes nombres.

Por ejemplo, en Hidalgo el programa se llama Abrazando destino; en Guanajuato, Mineros de plata; en Zacatecas, Corazones de plata y, en Michoacán, Palomas mensajeras.

Actualidad

Izidoro Bautista, miembro fundador del Club de Hidalguenses de Tlalchiniebla considera que estas organizaciones han servido, por mucho, para presionar a los gobiernos estatales de México y a la diplomacia estadounidense para que se consideren estas visitas de padres mayores a sus hijos como un asunto humanitario.  

Este año, a través de la Confederación de Hidalguenses en Estados Unidos, integrada por clubes de diversas regiones en EEUU, se reencontrarán unas 500 familias. Florida llevará a 200, Texas, a 100, Nevada y Georgia otro tanto y así sucesivamente. 

Todo muy bien, el único tema que no me ha gustado de los clubes es cuando empiezan a cobrar por los trámites, eso no está bien, se debe rechazar, es algo distorsionado. Debe ser gratuito”, advierte. 

Recomienda que para poder activar estos programas en estados que no los tienen los clubes de migrantes deben organizarse y formalizar una petición al gobierno del estado que corresponda.

“Pueden ayudar con  logística, organización, llenado de formularios, traslado, citas y validación de documentos para que puedan reencontrarse”, detalla. “También puede empujarlo con los consulados, etcétera”.

En Zacatecas, por ejemplo, se reanudó desde mayo el trámite de entrevista consular de visa para 31 padres zacatecanos beneficiarios del Programa Corazón de Plata.

A través de la Secretaría del Zacatecano Migrante se logró el adelanto de la cita consular grupal de la Federación de Clubes Nochistlenses y Zacatecanos en Estados Unidos y en estos díasestán por arribar a Estados Unidos los padres separados de sus hijos. Van desde la provincia profunda, de  poblados como Moctezuma, Lomas del Refugio, El Álamo, Linda Vista, Mesa de San Juan, El Pedregozo, Santa Rita, Barrio Las Palmitas, Casas Grandes, El Porvenir…

Desde Yucatán y luego de casi 30 años sin poder abrazarse, 166 padres y madres partieron en los últimos días hacia 14 destinos donde estarán hasta 40 días como parte del programa Cabecitas Blancas

En Atlanta, Salomón Hernández ya no tiene tanta prisa, pero en mayo próximo podrá reunir a abuela y nieta. Patricia, una de las mejores cocineras y Nathali, una médico mexicoamericana.

Te puede interesar:
El nuevo plan de USCIS para que 9.1 millones de inmigrantes logren la ciudadanía
¿Por qué ser acompañante de las indocumentadas que deciden abortar en EE.UU.?
Gobiernos de Biden y AMLO se lanzan contra republicano Greg Abbott por su cruzada contra inmigrantes en Texas

En esta nota

Covid Inmigrantes en EEUU Migrantes en México
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain