7 artículos que compran los jubilados, pero casi siempre se arrepienten
Tras la jubilación y al recibir dinero, muchos estadounidenses creen que es momento de hacer las compras que años atrás no se podían permitir. Sin embargo, sin una buena planificación, es posible que termine de forma desastrosa
Después de trabajar tan duro durante casi toda su vida, cuando se jubilan, miles de estadounidenses creen que es momento de gastar el patrimonio que han ahorrado en muchas cosas que quisieron y no pudieron adquirir antes.
Sin embargo, sin una planificación financiera y un presupuesto adecuado, esto a veces puede conducir a una combinación desastrosa.
Si los jubilados gastan de más inmediatamente después de dejar de trabajar, es posible que se queden cortos en sus últimos años, incluso para las necesidades más básicas.
De acuerdo con el sitio GoBankingRates, estas son algunas de las compras de las que los jubilados casi siempre se arrepienten:
1.- Una casa grande
En términos generales, ese es en realidad el peor momento para comprar una casa más grande o ampliar la que ya se tiene. Si tienes hijos, lo más probable es que se hayan ido de la casa, por lo que ocupar y mantener una casa grande será más complicado.
Cuando una persona jubilada decide comprar una casa más grande, normalmente no toman en cuenta que todos sus otros gastos aumentarán, desde sus impuestos sobre la propiedad hasta sus facturas de calefacción y sus costos de mantenimiento.
2.- Muchos viajes
Muchos estadounidenses mayores tienen en mente viajar cuando finalmente se jubilan y esa es una excelente manera de ocupar su tiempo. Sin embargo, si se gasta una gran cantidad de dinero en un crucero alrededor del mundo para dos en el momento de jubilarse, podría estar perjudicando su futuro bienestar financiero.
No solo ese dinero desaparecerá inmediatamente, sino que también perderá hasta 30 años o incluso más de retorno de inversión en ese efectivo.
3.- Regalos costosos
Aquellos que son generosos en mente y espíritu pueden ver la jubilación como un momento para gastar en buenos regalos para amigos y antiguos compañeros de trabajo. Si bien las muestras de agradecimiento siempre son de buen gusto, es importante equilibrar la amabilidad hacia los demás con la preservación de su bienestar financiero.
Siéntete libre de ser generoso, pero mantén tus regalos dentro de lo razonable.
4.- Autos costosos
Los autos caros caen en la categoría “me lo gané, así que lo voy a gastar” cuando se trata de la jubilación. Si bien es completamente comprensible querer un automóvil cómodo cuando te jubiles, tendrás que equilibrar los costos con tu presupuesto.
Recuerda que un automóvil costoso es un gasto continuo, no una compra única. Además, los autos de lujo tienden a tener costos de mantenimiento más altos, primas de seguro más altas y costos de combustible más altos, ya que muchos requieren gasolina premium.
Además, los autos de lujo tienden a depreciarse rápidamente.
5.- Compras en línea no necesarias
Si es propenso a las solicitudes de televisión nocturnas de productos “solo disponibles en la televisión”, o si pasa mucho tiempo en la computadora visitando sitios de compras como Amazon, es posible que gastes mucho más.
Por lo general, los artículos que las personas compran cuando están aburridas tienden a ser no esenciales y lamentables.
6.- Seguro Adicional
Es importante tener un seguro como jubilado, pero gastar demasiado en un seguro que no necesita es un desperdicio y puede ser una pérdida innecesaria de sus ahorros. El seguro de vida es un gran ejemplo.
Por lo general, los adultos que trabajan contratan estos productos para que sus seres queridos estén cubiertos en caso de que el sostén de la familia fallezca prematuramente. Pero después de la jubilación es probable que los hijos hayan completado su educación y estén fuera de la casa, y es probable que la hipoteca de su casa esté casi pagada o totalmente pagada.
7.- Una casa para vacacionar
Una casa de vacaciones es una forma divertida de pasar tiempo con amigos y familiares, pero a menudo es una compra que los jubilados lamentan. El principal motivo es porque aumentará drásticamente los gastos.
Las segundas residencias también suelen tener consecuencias fiscales más desfavorables. Con el tiempo, es posible que descubras que ni siquiera usas tu casa de vacaciones con la frecuencia que pensabas, ya que ahora tienes la libertad de viajar a más lugares.
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