El gobierno estadounidense dejará de proporcionar la vacuna contra el COVID
Ante la falta de solidaridad en el Congreso, la comercialización quedará en manos de las farmacéuticas
A partir del próximo año, debido a la falta de fondos, el gobierno estadounidense se verá imposibilitado para continuar distribuyéndole a la población la vacuna y los tratamientos contra la COVID-19.
De esta manera, la nueva estrategia de sanidad consiste en dejar en manos del sector privado la comercialización de estos productos.
Así que, de acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), desde enero, las personas que requieran inocularse deberán adquirir sus respectivas dosis en el mercado privado, tal y como ocurre con otras vacunas.
Desde la semana pasada, el doctor Ashish Jha, coordinador de respuesta a la COVID-19 de la Casa Blanca, ya había mencionado que ese escenario estaba cerca de producirse.
“Una de las cosas en las que hemos pasado mucho tiempo pensando en los últimos meses… es sacarnos de esa fase de emergencia aguda en la que el gobierno de Estados Unidos está comprando las vacunas, comprando los tratamientos, comprando las pruebas de diagnóstico”, señaló durante un evento organizado por la Fundación de la Cámara de Comercio.
En este sentido, la falta de respuesta solidaria del Congreso para otorgar más fondos al programa sanitario apresuró la decisión del gobierno federal.
Por su parte, Dawn O’Connell, secretaria asistente para Preparación y Respuesta, también había alertado sobre la carencia de los recursos económicos necesarios para continuar con la distribución de vacunas de manera gratuita.
“Han pasado más de 530 días desde que recibimos los últimos fondos para la pandemia y sin recursos adicionales, será difícil seguir”, indicó a través de un comunicado.
Cabe señalar que la atención relacionada con el COVID también estaba cubierta para las personas no aseguradas, al menos hasta que el programa se quedó sin fondos en marzo.
Aunque las vacunas producidas por empresas como Pfizer y Moderna fueron adquiridas directamente por el gobierno a través del presupuesto de programas de seguros públicos y privados que cubren a la mayoría de los estadounidenses, el costo no se reflejó en sus bolsillos. Sin embargo, dicho escenario está por cambiar, pues se proyecta que las farmacéuticas venderán las vacunas a un precio mayor al que pagó la administración federal.
Por lo pronto, a finales de este mes, funcionarios de la administración federal se reunirán con representantes de empresas farmacéuticas para definir cómo se desarrollará el proceso de comercialización de vacunas y medicamentos.
Como respaldo, el HHS dispone de 170 millones de dosis de refuerzo para una campaña de vacunación planteada para desarrollarse entre otoño e invierno.
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