Estrés, ansiedad y depresión alimentan a los casos de COVID a largo plazo
Dificultad para respirar, fatiga crónica, niebla mental y pérdida del cabello, figuran entre las secuelas de la infección viral
De acuerdo con un estudio encabezado por investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y publicado en la revista médica JAMA Psiquiatría, el estrés psicológico, la ansiedad y la depresión están asociadas a la posibilidad de que las secuelas causadas por el COVID resulten más prolongadas en algunos pacientes.
Mediante un estudio donde participaron cerca de 55 mil personas durante 19 meses, se pudo determinar que, en pacientes afectados por el coronavirus con síntomas previos de dos o más tipos de angustia, el periodo de su recuperación a la infección viral es más lento y las secuelas de enfermedad llegan a prolongarse por cuatro semanas o más.
Entre los síntomas persistentes del 10 y el 20% de los sobrevivientes de COVID figuran dificultad para respirar, fatiga crónica, niebla mental y pérdida del cabello.
Aunque los especialistas todavía no logran establecer con exactitud que ocurre en el organismo, la obesidad, la hipertensión, un sistema inmunológico debilitado y hasta el hecho de pertenecer al sexo femenino suponen factores de riesgo para alargar la estancia de COVID en un individuo.
Asimismo, los investigadores de Harvard señalan en su informe que una angustia psicológica implica una enfermedad más prolongada y grave después de infecciones del tracto respiratorio.
“La identificación y el tratamiento de las vías biológicas que vinculan la angustia con los síntomas de COVID-19 a largo plazo pueden producir en las personas síndromes crónicos posteriores a la infección.
No obstante, el COVID largo difiere sustancialmente de los síntomas de una enfermedad mental, y los resultados no deben malinterpretarse”, indicaron.
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