Dos luchadores universitarios sobrevivieron al ataque de un oso pardo en un bosque de Wyoming
Debido a la complejidad de las heridas que presentaban, Kendell Cummings y Brady Lowry fueron trasportados en helicóptero a un hospital
Muy pocas personas pueden presumir haber sobrevivido al feroz ataque de un oso. Crédito: ALEXANDER NEMENOV | AFP / Getty Images
Durante el fin de semana, Kendell Cummings y Brady Lowry, miembros del equipo de lucha libre de Northwest College, sorpresivamente fueron atacados por un oso pardo mientras caminaban y cazaban en el Bosque Nacional Shoshone, al sur de Cody, Wyoming.
De acuerdo con un comunicado emitido por el Departamento de Caza y Pesca de Wyoming, August Harrison y Orrin Jackson estaban tratando de cazar venados junto a sus dos compañeros de equipo, pero en determinado momento ellos se separaron del sendero que recorrían.
Después, al tratar de volverse a reunir, atestiguaron como Kendell y Brady presentaban serias heridas provocados por un oso.
Por ello, inmediatamente solicitaron apoyo a las autoridades para trasladar a sus compañeros a un hospital, pues sangraban bastante.
Ambos atletas heridos fueron transportados en helicóptero a un centro de traumatología ubicado en Billings, Montana, donde a uno de ellos lo sometieron a varias cirugías.
“Antes de que pudiera pensar o parpadear, un oso salió corriendo de los árboles justo en frente de mí”, describió Brady Lowry a la cadena de televisión Fox News.
De esta manera, el luchador originario de Cedar City, Utah, fue mordido en el muslo derecho por el animal, pero además terminó con un brazo roto y necesitó que le colocaran seis tornillos con pernos en su extremidad.
Con respecto a Kendell Cummings fue herido antes de que pudiera sacar un spray repelente para osos que llevaba en su backpack.
“Podía escuchar cuando sus dientes golpeaban mi cráneo, podía sentir cuando mordía mis huesos y crujían”, mencionó al Cowboy State Daily.
Una vez que el oso dejó de atacarlo, el joven oriundo de Evanston, confesó que se quedó quieto tratando de hacerle creer que estaba muerto.
Por fortuna, para los dos atletas heridos todo queda como una desafortunada anécdota que pueden contarle a sus familias. Sin embargo, quedarán inhabilitados por un buen tiempo para volver a luchar hasta restablecerse al 100%.
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