Cámaras de la Policía del Capitolio captaron el allanamiento de morada en la casa de la familia Pelosi, pero todo indica que nadie estuvo al pendiente
Desde hace ocho años en la casa de la familia Pelosi se tienen instaladas cámaras de seguridad directamente monitoreadas desde Washington
El allanamiento de morada perpetuado por el canadiense David DePape en la casa de la presidenta de la Cámara de Representantes, donde agredió arteramente con un martillo a Paul Pelosi, puso al descubierto la desatención del personal encargado de monitorear las cámaras de seguridad que vigilan el domicilio desde el Capitolio.
De acuerdo con una investigación realizada por el diario The Washington Post, aunque las cámaras funcionaron de manera adecuada e incluso tienen grabado desde varios ángulos el momento en que se violó la seguridad de la morada de Nancy Pelosi, a 5,000 kilómetros de distancia, al parecer ningún agente se percató de ello y no fue sino hasta que trascendió una llamada del 911 solicitando el apoyo de la policía de San Francisco para acudir en auxilio, cuando entonces se recurrió a la revisión de las imágenes tratando de identificar lo que ocurría en el sitio.
El hecho resulta bastante comprometedor para el personal encargado de velar por la seguridad de los 535 miembros del Congreso a través del monitoreo de 1,800 cámaras. Sin embargo, la propia cantidad de dispositivos montados dentro y fuera del recinto, refleja lo complejo que resulta seguir paso a paso, durante las 24 horas del día, lo que se registra en vivo y en directo.
El rotativo hace hincapié en que, tras consultar a varios funcionarios actuales y antiguos de las fuerzas del orden, la mayoría bajo la condición de mantener el anonimato, coincide en señalar que si la Policía del Capitolio hubiera estado más pendiente quizá se habría podido detener el ataque registrado en la casa de la familia Pelosi, pues desde hace más de ocho años tiene instaladas cámaras de seguridad directamente monitoreadas desde Washington.
Se contratará a más elementos de seguridad
Hasta el momento, trascendió que la Policía del Capitolio ha estado trabajando en la aplicación de más de 100 mejoras en los protocolos de seguridad recomendadas por expertos externos.
Al respecto, Tom Manger, jefe de la policía del Capitolio, Tom Manger, incluso declaró que el departamento está en vías de contratar a otros 280 agentes para reforzar la seguridad de los políticos.
Por su parte, los legisladores han mantenido conversaciones informales sobre la inclusión de medidas de seguridad adicionales en un proyecto de ley financiado por el gobierno, el cual se pretende sea aprobado antes del 15 de diciembre.
Y es que desde 2016, cuando Donald Trump fue elegido presidente, las amenazas de violencia en contra de legisladores se han incrementado al pasar de cerca de 900 casos hace seis años, a 9,625 registrados por la Policía del Capitolio, en 2021.
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