Bill Clinton plantea que el Partido Republicano quiere que los estadounidenses sean miserables para poder culpar a los demócratas
El expresidente de la nación exhortó a los electores a reflexionar sobre las implicaciones que puede tener darle el control de Congreso a sus opositores
La figura de Bill Clinton intenta fortalecer a un partido demócrata que ha perdido popularidad en algunos estados. Crédito: Michael M. Santiago | Getty Images
Durante en un mitin de campaña realizado en Hurleyville, Nueva York, donde defendió al demócrata Josh Riley, Bill Clinton subió al escenario y como en sus mejores épocas trató de convencer a sus simpatizantes de que la estrategia del Partido Republicano es hacer que los estadounidenses sean “miserables” para entonces culpar a los demócratas.
“Los republicanos son bastante simples en realidad y bastante directos. Dicen: ‘Quiero que seas muy miserable, y quiero que estés muy enojado. Y quiero que votes por nosotros, y lo empeoraremos, pero los culparemos'”, mencionó.
Las declaraciones del expresidente de la nación surgen para tratar de contrarrestar el hecho de que los republicanos han tratado de afianzar a sus candidatos en las elecciones intermedias para con ello recuperar la mayoría tanto en la Cámara como en el Senado y todo a partir de dos ejes en que se apoyan para golpear a los demócratas, el problema de la inflación que tiene arrodillada a la economía y el aumento de los índices delincuenciales en varios estados del país.
Al respecto, Clinton reconoció la existencia de tales problemas, pero criticó el hecho de que sus adversarios de partido, lejos de ayudar a resolverlos, traten de complicar más el panorama de la actual administración.
“Aquí está la verdad. Tenemos demasiada inflación, y tenemos demasiado crimen, pero toda esta charla dura no equivale a una montaña de frijoles que están haciendo los republicanos“, subrayó.
Sin dejar pasar la oportunidad, el exmandatario puso en evidencia que en dos de los estados gobernados por republicanos los índices de criminalidad superan en 50% a los de Nueva York, pues sus gobernantes tampoco han podido frenarlos, como es el caso de Ron DeSantis, en Florida, y Greg Abbott, en Texas.
Fiel a su partido, Bill Clinton cerró su participación dejando la moneda en el aire para los votantes a quienes les recalcó que si los republicanos recuperan el control del Congreso entonces recortarán el Medicare y el Seguro Social.
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