Un científico alemán fue quien descubrió los rayos X

Los rayos X son mundialmente conocidos como el procedimiento que ver a través del cuerpo humano, objetos e infraestructuras, pero su descubrimiento fue accidental.

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Vista de primer plano de una radiografía de pulmón de un fumador de cigarrillos en una foto sin fecha. Crédito: American Cancer Society | Getty Images

El 8 de noviembre de 1895, el físico Wilhelm Conrad Röntgen se convirtió en la primera persona en observar los rayos X, un avance científico significativo que finalmente beneficiaría a una variedad de campos, sobre todo a la medicina, al hacer visible lo invisible. 

El descubrimiento de Röntgen ocurrió accidentalmente en su laboratorio de Wurzburg, Alemania, donde estaba probando si los rayos catódicos podían atravesar el vidrio cuando notó un brillo proveniente de una pantalla recubierta químicamente cercana. Llamó a los rayos que causaron este resplandor rayos X debido a su naturaleza desconocida.

Los rayos X son ondas de energía electromagnética que actúan de manera similar a los rayos de luz, pero en longitudes de onda aproximadamente 1000 veces más cortas que las de la luz. 

Röntgen se encerró en su laboratorio y realizó una serie de experimentos para comprender mejor su descubrimiento. Aprendió que los rayos X penetran la carne humana, pero no las sustancias de mayor densidad como el hueso o el plomo y que se pueden fotografiar.

El descubrimiento de Röntgen fue etiquetado como un milagro médico y los rayos X pronto se convirtieron en una importante herramienta de diagnóstico en medicina, permitiendo a los médicos ver el interior del cuerpo humano por primera vez sin cirugía. 

Equipo, incluida una máquina de rayos X Roentgen, utilizada por cirujanos alemanes en una carpa de cirugía al aire libre durante la Primera Guerra Mundial. Los rayos Roentgen llevan el nombre de Wilhelm Conrad Roentgen (Hulton Archive/Getty Images)

En 1897, los rayos X se utilizaron por primera vez en un campo de batalla militar, durante la Guerra de los Balcanes, para encontrar balas y huesos rotos dentro de los pacientes.

Los científicos se dieron cuenta rápidamente de los beneficios de los rayos X, pero tardaron más en comprender los efectos nocivos de la radiación. 

Inicialmente, se creía que estos rayos atravesaban la carne de forma tan inofensiva como la luz. Sin embargo, en varios años, los investigadores comenzaron a informar casos de quemaduras y daños en la piel después de la exposición a los rayos X, y en 1904, el asistente de Thomas Edison, Clarence Dally, que había trabajado extensamente con rayos X, murió de cáncer de piel. 

La muerte de Dally hizo que algunos científicos comenzaran a tomar más en serio los riesgos de la radiación, pero aún no se entendían por completo. 

De hecho, durante las décadas de 1930, 1940 y 1950, muchas zapaterías estadounidenses presentaban fluoroscopios que ajustaban los zapatos y usaban rayos X para permitir a los clientes ver los huesos de sus pies; no fue hasta la década de 1950 que se determinó que esta práctica era un negocio riesgoso. 

Wilhelm Röntgen recibió numerosos elogios por su trabajo, incluido el primer Premio Nobel de física en 1901, pero se mantuvo modesto y nunca intentó patentar su descubrimiento. 

Hoy en día, la tecnología de rayos X se usa ampliamente en medicina, análisis de materiales y dispositivos como los escáneres de seguridad de los aeropuertos.

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