La Corte Suprema debate un caso que decidirá el futuro de los mapas electorales
La Corte Suprema debate el caso de Moore vs. Harper y su veredicto puede cambiar totalmente las reglas electorales de Estados Unidos
La desacreditada “teoría de la legislatura estatal independiente” está siendo escuchada por la Corte Suprema en el caso de Moore vs. Harper, que puede tener consecuencias potencialmente desastrosas para el derecho al voto en las elecciones en Estados Unidos.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos escuchó este miércoles los argumentos orales en un caso sobre la autoridad de los tribunales estatales para limitar el trazado partidista de mapas electorales.
La causa Harper vs. Moore se refiere al mapa electoral que el Congreso estatal de mayoría republicana de Carolina del Norte dibujó tras la publicación del nuevo censo en 2020, y que el Tribunal Supremo del estado consideró que favorecía tanto a los conservadores que iba en contra de las protecciones constitucionales del derecho al voto.
En este caso, se le pide a la Corte Suprema que dictamine que la Constitución de Estados Unidos otorga a las legislaturas estatales poder exclusivo sobre las reglas electorales y de redistribución de distritos, sin controles ni contrapesos de las constituciones estatales, los tribunales estatales, los gobernadores, o los votantes usando medidas electorales.
Una decisión que reconozca la “teoría de la legislatura estatal independiente” sería un cambio fundamental en la forma en que se llevan a cabo las elecciones federales, otorgando a las legislaturas estatales la autoridad exclusiva para establecer las reglas de las contiendas, incluso si sus acciones violaron las constituciones estatales y resultaron en una manipulación partidista extrema para obtener más escaños en el Congreso.
En el caso del mapa electoral de Carolina del Norte, el Departamento de Justicia de ese estado decidió ordenar el trazado de un nuevo mapa por un experto independiente y esto es, según el Congreso de Carolina del Norte, una usurpación de las funciones de los legisladores.
“Sería un acto de carácter legislativo que un tribunal hiciera esta determinación” de decidir qué diseño electoral es demasiado partidista, argumentó el abogado que representa al Congreso de Carolina del Norte, David Thompson.
Según su tesis, apoyada en una particular lectura de la Constitución que ha ganado adeptos recientemente entre los seguidores del expresidente Donald Trump (2017-2021), los legislativos estatales tienen una autoridad prácticamente absoluta en materia electoral, un poder que ni la justicia ni la Constitución del estado pueden disminuir.
Esta teoría, sin embargo, nunca ha sido aceptada por el Tribunal Supremo en anteriores casos similares, algo que el abogado Neal Katyal, en representación de los oponentes -entre los que se encuentran organizaciones de los derechos civiles, funcionarios demócratas y republicanos y abogados electorales- hizo gran hincapié durante sus argumentos.
Audiencia en el Supremo
Los argumentos de Thompson se toparon en la audiencia del miércoles con la oposición clara de las tres juezas progresistas del Supremo Elena Kagan, Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson, y Thompson enfrentó preguntas difíciles por parte del presidente del tribunal, el conservador John Roberts, y de dos jueces nominados por Donald Trump, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett.
“Es la Constitución estatal la que le da su poder al Congreso”, declaró la jueza Brown Jackson, argumentando que no tendría sentido que este mismo parlamento pudiera tomar decisiones que invalidaran la Constitución estatal.
“Esta es una propuesta que elimina los frenos y contrapesos normales en la forma en que se toman las grandes decisiones gubernamentales en este país. Se podría pensar que se deshace de todos esos controles y equilibrios exactamente en el momento en que más se necesitan”, dijo la jueza Elena Kagan, según Brennan Justice Center.
Al menos tres jueces conservadores –Samuel Alito, Clarence Thomas y Neil Gorsuch– ya se mostraron en marzo pasado a favor de aceptar la tesis de los legisladores de Carolina del Norte, por lo que se prevé que la decisión final dependa de la posición que adopten Roberts, Kavanaugh y Barrett.
De estos, Kavanaugh se mostró inclinado a aceptar la tesis de que la Constitución estadounidense limita el poder de la Justicia estatal para intervenir en los procesos electorales, pero dio a entender que los legisladores de Carolina del Norte estaban llevando demasiado lejos su argumento.
La disposición que se debate, la Cláusula de Elecciones, fue incluida en la Constitución de Estados Unidos por James Madison, precisamente porque los fundadores de la nación no confiaban en las legislaturas estatales, pensando que serían capturadas por “facciones” y que manipularían y participarían en la supresión de votos.
Este es el asunto clave, ya que aceptar completamente la tesis del Congreso republicano establecería un precedente que, según muchos analistas, podría permitir manipulaciones del resultado electoral como la que Trump y sus aliados trataron de promover tras las elecciones presidenciales de 2020.
Entonces, cuando Trump intentó sembrar dudas sobre el proceso electoral para tratar de detener la investidura de su oponente, Joe Biden, su abogado John Eastman utilizó un argumento parecido al de los legisladores de Carolina del Norte para justificar la posibilidad de que los estados se negaran a certificar la victoria, bajo el falso pretexto de que la votación fue fraudulenta.
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