El “Monstruo Mexicano” David Benavídez descifra los abrazos de Caleb Plant para lograr un triunfo que lo acerca a Canelo Álvarez
David Benavídez despierta en la segunda mitad de la pelea por el campeonato interino de peso supermediano y termina dándole una paliza al incómodo Caleb Plant
David Benavídez tardó en carburar, por momentos se le veía pasivo y no lograba conectar al elusivo Caleb Plant, un especialista defensivo. Pero para cuando la pelea de este sábado se acercaba a su final la única duda en la arena del MGM Grand de Las Vegas era si el llamado “Monstruo Mexicano” iba a conseguir el nocaut.
Caleb Plant sobrevivió y de hecho cerró bien en el round 12, mostrando corazón. Sin embargo, David Benavídez terminó dándole una paliza en la segunda mitad del combate para ganar por decisión unánime y conservar el campeonato interino de peso supermediano del Consejo Mundial de Boxeo.
Benavídez, ahora con marca de 27-0 (23 KOs), había dicho que esperaba noquear a Plant en menos de seis rounds para poner fin a una mala relación de años entre ellos. No hubo nocaut, pero el peleador de sangre mexicana y ecuatoriana hizo el trabajo. Él necesitaba una victoria grande y ésta lo fue ante una arena repleta y en presencia de famosos como Floyd Mayweather Jr. y Gervonta Davis.
“Yo tengo mucho respeto por Canelo Álvarez, pero es tiempo de que me dé una oportunidad”, dijo Benavídez tras conseguir su mejor triunfo en el boxeo profesional tras las boletas de 115-113, 116-112 y 117-111 de parte de los jueces.
Plant (22-2) tuvo sus momentos en los primeros asaltos haciendo uso de cada palmo del cuadrilátero, soltando jabs con mucha rapidez, y cuando Benavídez le atacaba, se dedicó a abrazarlo ante la complacencia del experimentado réferi Kenny Bayless.
A pesar de los abrazos y del lento inicio, Benavídez impuso condiciones entre los rounds 8 y 11, en los que aumentó su número de golpes y ensangrentó el rostro de Plant. Parecía una y otra vez que lo iba a noquear.
El réferi dejó a Caleb Plant sujetar a David Benavídez toda la pelea
Acostumbrado a embestir y avasallar a sus oponentes con un volumen de golpes que pocos boxeadores pueden presumir, David Benavídez fue distinto en los primeros cinco rounds este sábado: fue selectivo, no se veía cómodo y cuando lanzaba, fallaba mucho ante Plant, que cada vez que se sentía en peligro, abrazaba al hombre nacido en Phoenix.
Los abrazos de Plant fueron parte importante de la pelea. No solo le permitían evitar que el “Monstruo Mexicano” pudiera estirar los brazos y lo conectara, sino que logró ensuciar las acciones lo suficiente para impedir que Benavídez entrara en ritmo y distancia. El hecho de que el réferi nunca le llamara la atención molestó a muchos en la arena.
Plant también conectó dos golpes bajos sin penalización, sobre todo uno en el cuarto round que requirió una pausa en las acciones para que Benavídez se recuperara.
Kenny Bayless, eso sí, amonestó a Benavídez por empujar con los guantes la cabeza de Plant en algunas ocasiones para tratar de librarse de los interminables abrazos. El réferi lo hizo durante los rounds y también en la esquina del invicto boxeador luego del final de un asalto, como se vio en la transmisión de PPV de Showtime.
Para poder carburar y agarrar el control del pleito, Benavídez tuvo dos llaves: el jab con sus largos brazos y el uppercut para resolver muchas veces ante el amontonamiento de Plant. Y luego, cuando tenía un poco de espacio, le tiraba una potente derecha de arriba a abajo que iba disminuyendo al peleador de Tennessee.
Una secuencia que resume cómo fue la pelea ocurrió en el round 10 cuando Benavídez, sujetado del brazo derecho por su rival, le conectó hasta cuatro buenos golpes seguidos de izquierda a la cabeza y al cuerpo.
“Tenía que tomar esa pelea paso a paso, round por round. Caleb Plant es un peleador duro”, comentó Benavídez. “Pero creo que mostré mis golpes de poder, buena defensa, movimiento de cabeza y pude moverme en el ring y cortar el ring muy bien”.
El triunfo de Benavídez, que subió al ring con las banderas de México y Ecuador, fue inobjetable. Ganarle a un excampeón mundial como Caleb Plant era necesario y puede propiciar más peleas grandes para él. “Viva México y viva Ecuador”, proclamó en el ring.
Tras las tensión y las agresiones verbales entre ellos, Benavídez y Plant finalmente tocaron guantes antes del round final y luego de la decisión unánime se abrazaron, con Plant reconociendo en Benavídez a un “gran peleador”, una historia similar a la de su rivalidad con Canelo Álvarez de hace un par de años.
“No hemos sido los mejores amigos, pero nos subimos al ring y ahí lo arreglamos”, dijo Plant. “David fue el mejor esta noche, no le quito méritos. Felicitaciones para él y su familia. Es un extraordinario peleador”.
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