Ritual del arcángel Miguel: cuándo pedir su ayuda y cómo invocarlo

El arcángel Miguel, representado por una lanza o espada con la que aniquila a Satanás, es el custodio de Cristo, el encargado de las almas que entran al cielo y el que será el vencedor del anticristo en el Juicio Final, según las tradiciones cristianas.

Su función divina es una de las más importantes (se le considera el guardián de la Iglesia) que en el plano terrenal es a quien se le tiene más devoción y esperanza.

Los dones espirituales de San Miguel Arcángel son la liberación de los miedos y dudas sobre uno mismo, el fortalecimiento de la fe y la buena voluntad, así como el perfeccionamiento del alma. Se le considera un ángel de protección y el color con el que lo identificamos es el azul.

¿Cuándo pedir la ayuda del arcángel Miguel?

Se puede recurrir al arcángel Miguel cuando se necesita protección contra peligros físicos, de nosotros mismos o personas queridas, ayuda y valor para superar adversidades, retos y problemas, si deseamos su defensa contra las fuerzas de la oscuridad, energías negativas o cualquier tipo de maldad, así como si necesitamos consuelo porque estamos solos, tristes o requerimos apoyo espiritual.

Ritual para invocar al arcángel Miguel

Este ritual es para la invocación del arcángel Miguel y se utiliza cuando deseamos protección contra cualquier mal.

Para comenzar debemos adquirir una vela de color azul y una imagen de este ser angelical. Colócalas en un pequeño altar y siéntate cómodamente frente a estos dos elementos.

Realiza unos ejercicios de respiración, piensa en cosas positivas para que tu alma esté abierta a la divinidad de los ángeles. Recuerda que estos seres celestiales son puros y no debemos tener negatividad dentro de nosotros al invocarlos. Ahora prende la vela con un fósforo.

El siguiente paso es hacer la oración al arcángel Miguel, según el sitio SanMiguelArcángel.net una de las más socorridas es la siguiente:

“Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la adversidad y asechanzas del demonio: reprímale Dios, pedimos suplicantes. Y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno, con el divino poder, a Satanás y a los otros malos espíritus que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén”.

Cuando termines imagina que un escudo de luz comienza a envolverte o a tus seres queridos. Este sencillo ritual se debe hacer con fe para sentir sus efectos.

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