El Rey Carlos III tiene un “hijo adoptivo” mexicano con una historia muy conmovedora
María Antonieta Collins contó la emotiva historia de Humberto Romano, quien sufrió una tragedia en su infancia, pero que insospechadamente pudo salir adelante gracias a la ayuda del entonces príncipe de Gales, con quien ha convivido en un par de ocasiones
El rey Carlos III tuvo un gran gesto con Humberto y su abuelita. Crédito: Jane Barlow | Getty Images
La periodista de Univision María Antonieta Collins presentó un reportaje en Despierta América sobre la conmovedora historia de este joven originario de Guadalajara, México, al que una tragedia le cambió la vida para siempre. Humberto Romano fue uno de los agraviados por las explosiones del 22 de abril de 1992 en el barrio de Analco, de la capital de su natal estado de Jalisco.
La acumulación de gasolina en el drenaje fue la causa de la tragedia que dejó a más de 200 personas muertas y casi 1200 viviendas afectadas. Entre las casas afectadas estaba la de Humberto, en la que vivía junto a su abuela de 80 años de edad y su madre, quien lamentablemente perdió la vida.
Del otro lado del mundo, el príncipe Carlos quedó conmovido por la tragedia en la ciudad mexicana y decidió donar departamentos para los sobrevivientes. El entonces niño y su abuela fueron dos de los beneficiados por esta acción.
El primer encuentro entre ambos se dio en febrero de 1993, cuando el príncipe de Gales llegó a Guadalajara para visitar los departamentos que había donado a todas las familias necesitadas. Ahí, estaba Humberto, quien no dudó en hacerle una petición: que le ayudara a superarse y a aprender inglés.
El miembro de la familia real británica le agarró la cabeza y le respondió “todo es posible”. Un mes después, el joven recibió una carta informándole que sería becado para que estudiara inglés.
Su segunda comunicación se dio tras la muerte de la princesa Diana, en 1997, cuando Humberto recurrió al consulado británico en Guadalajara para hacerle llegar un mensaje de condolencias a su benefactor y recibió una correspondencia de agradecimiento por parte del palacio real.
En 2001 nuevamente se encontraron, esta vez en la Ciudad de México, y en esa ocasión el monarca le preguntó por su abuela, quien para ese momento había fallecido, por lo que posteriormente le dio un mensaje de aliento y de esperanza al joven, que ahora es un exitoso profesionista con un doctorado y varias maestrías en su currículum.
En aquel 1993, la prensa británica bautizó a Humberto Romano como el “hijo adoptivo” del príncipe Carlos y ahora él está buscando la forma para poder asistir a la coronación del ahora rey de Inglaterra.
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