El gobierno de Biden limitará el asilo con nueva regla migratoria después del fin del Título 42

La administración del presidente Joe Biden está lista para limitar drásticamente el asilo cuando expire la aplicación del Título 42, implementando una nueva regla el miércoles que refleja una política de la era Trump que requiere que los migrantes primero soliciten y reciban una negación de asilo en otro país, antes de intentar pedir asilo en Estados Unidos.

La restricción radical al asilo que planea usar el gobierno de EE.UU. permitirá acelerar las deportaciones expresas de inmigrantes indocumentados que crucen la frontera entre EE.UU. y México después que finalice la aplicación del Título 42, la política de emergencia de la era de la pandemia aplicada a inmigración que permitió expulsar a millones de inmigrantes.

La norma, que se envió el miércoles al registro federal, califica como “no aptos” para solicitar asilo a los migrantes que crucen de manera irregular la frontera y que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia EE.UU, explicaron funcionarios del gobierno en una llamada con reporteros.

La nueva regulación descalificará a los migrantes para aplicar a asilo en Estados Unidos, si no solicitan antes el estatus de refugiado en otro país que otorgue asilo y por el cual haya pasado durante su viaje hacia Estados Unidos.

“Estamos finalizando una nueva regla para alentar a las personas a utilizar las vías legales, seguras y ordenadas disponibles para ingresar a Estados Unidos. La regla supone que aquellos que no usan vías legales para ingresar a los Estados Unidos no son elegibles para el asilo”, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en una conferencia de prensa el miércoles.

Esta nueva restricción forma parte de las medidas que regirán en la frontera entre México y EE.UU. desde el 11 de mayo, cuando se levante el Título 42.

A partir de ahora, la principal vía legal para solicitar asilo en EE.UU. será a través de la aplicación móvil CBP One, que permite a los migrantes concertar citas con las autoridades para exponer sus casos.

EE.UU. ofrecerá unas 1,000 citas diarias para solicitar asilo a través de la aplicación CBP-One, una cifra que, según contaron los funcionarios públicos, podrá incrementarse “dependiendo de la capacidad” de los trabajadores del servicio de inmigración.

Quienes no se acojan a este proceso y decidan cruzar la frontera de manera irregular serán declarados no aptos para pedir asilo en EE.UU., a menos que se les haya negado el asilo anteriormente en un tercer país o que demuestren haber encontrado a barreras tecnológicas o de lenguaje para acceder a la aplicación.

Las personas que sean calificadas como no aptas para solicitar asilo podrán ser deportadas, se les prohibirá la entrada a EE.UU. durante cinco años y podrán enfrentarse a cargos penales si intentan entrar nuevamente a EE.UU., según explicaron los funcionarios.

De hecho, EE.UU. también incrementó el número de vuelos de deportación a países de la región y llegó a un acuerdo con México para que el país vecino reciba hasta 30,000 deportados originarios de Venezuela, Haití, Nicaragua y Cuba mensualmente.

Por su parte, las personas que sean arrestadas cruzando la frontera y a las que se le dé la oportunidad de presentar su caso de asilo, a través de una entrevista de “miedo creíble”, deberán hacerlo mientras estén en detención.

“Hemos contratado y tendremos listos para desplegar a unos 1,000 funcionarios de asilo para llevar a cabo las entrevistas de miedo creíble en la frontera a partir del jueves”, explicó otro de los funcionarios públicos.

Como parte del refuerzo de personal, el gobierno estadounidense también desplegará unos 24,000 “oficiales del orden” en la frontera, además de unos 400 “voluntarios”.

Varias organizaciones no gubernamentales, como Human Rights Watch, criticaron duramente la norma de asilo anunciada el miércoles cuando se encuentra en la fase de comentarios públicos, definiéndola como una “violación de los derechos humanos y de la ley internacional”. 

La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), que convenció a los tribunales federales de bloquear la “prohibición de tránsito” de asilo de la administración Trump, se comprometió a presentar también una demanda contra la nueva regla de asilo de la administración Biden.

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