¿Qué hará México con los miles de migrantes en su territorio?
Con la entrada en vigor del Título 8 miles de indocumentado serán regresados desde EE.UU.
CIUDAD DE MÉXICO – Cuando los policías municipales intentaron detener a dos hombres y una mujer migrantes, éstos corrieron hacia la Catedral. Intentaron protegerse de una revisión policíaca en las oficinas de la iglesia principal de la Diócesis de Ciudad Juárez, pero los siguieron hasta ese lugar y los detuvieron.
Ahí se armó un zafarrancho. El temor y la rabia de otros migrantes armó una confusión, hubo gritos y agitaciones, toletes, patrullas y heridos en los hechos que denunció la Iglesia Católica como una advertencia a lo que vendría una vez que finaliza el título 42 en Estados Unidos que permitía regresar de inmediato a indocumentados a México y entrara otra ley para penalizarlos en caso de reintento.
‘Quiero expresar mi inconformidad por el modo en el que se actuó, y mi solicitud para que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse”, afirmó el obispo José Guadalupe Torres, a través de un comunicado de prensa en días pasados.
Pero la advertencia cobró más importancia porque se prevé que, con la entrada en vigor del Título 8, habrá en territorio mexicano más abusos por parte de las autoridades y deportaciones masivas.
Con el Título 8 los migrantes indocumentados enfrentarán consecuencias más graves por cruzar la frontera ilegalmente sin solicitar asilo primero vía internet a través de la plataforma CBC One. En resumen serán expulsadas y se les prohibirá la admisión al país durante al menos cinco años y si insiste podría enfrentar un proceso penal.
En abril pasado, el Gobierno de Joe Biden dijo que establecerá centros regionales de procesamiento en América Latina, empezando por Colombia y Guatemala, que es por donde cruzan los inmigrantes de más al sur para que puedan solicitar asilo a Estados Unidos.
Sin embargo, miles de migrantes siguen avanzando hacia el norte donde se prevé que México será un cuello de botella porque muchos de ellos aplican aquí la petición de asilo en el CBP One que está saturado internet.
Daniel Sandoval, subdirector del albergue Constitución de 1917 en la Ciudad de México, detalla que hay casos que llevan más de cuatro meses de espera (se prevé que podría demorarse hasta ocho meses) y que muchos no quieren aplicar para el asilo en México porque perderían la oportunidad de hacerlo en EE.UU.
“Es muy complicado para ellos porque Estados Unidos informó que no permitirá solicitar asilo a quien ya tenga un reconocimiento de refugiado en otro país”.
El titular de la Comisión Nacional para los Refugiados en México, Andrés Ramírez, reconoce que este requisito deja en “una situación compleja” a quienes quieren o tienen necesidad de quedarse en México temporalmente, pero no quieren renunciar a entrar a EEUU en el futuro. “Es un dilema profundo “, apunta.
Tensiones entre locales e inmigrantes
La incertidumbre se ha agudizado en Ciudad Juárez, donde comerciantes y pobladores locales se han quejado de robos por parte de estos migrantes, quienes han respondido con violencia a los operativos de la policía para revisarlos como ocurrió en la catedral. “Tienen hambre y no pueden trabajar”, denunció el sacerdote Eduardo Hayen.
El cura local arrancó recientemente una campaña para convencer a los migrantes —principalmente venezolanos— para que accedan a colocarse en alguna empresa para que dejen de pedir dinero en las calles de la ciudad o realicen asaltos.
De acuerdo con cifras del Consejo Patronal de la República Mexicana (Comparex), en Ciudad Juárez existe un déficit de 15 mil plazas laborales, lo que provoca mucha movilidad en las empresas. Sin embargo, solamente unos 500 venezolanos han aceptado trabajos que les ofrecen ante el miedo de perder la oportunidad de pedir asilo en EE.UU.
Una situación similar se vivió en Tijuana esta semana, donde la Oficina de Atención al Migrante presentó ofertas laborales y solo se presentaron 50 personas.
El sacerdote Hayeb detalló que ahora se pretende que estos migrantes salgan a trabajar de los albergues, mientras les llega la respuesta a su solicitud de asilo que requiere el Título 8. El alcalde Cruz Pérez fue más directo: “Es importante que los indocumentados comprendan que hay que cumplir con la ley, nuestro nivel de paciencia se está agotando”.
Limbo legal en México
México aceptó este año admitir a 30,000 migrantes al mes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití que sean expulsados de territorio estadounidense por cruzar la frontera de forma irregular a quienes les ofrece asilo o tarjetas por razones humanitarias.
Organizaciones como Apoyo a Migrantes Venezolanos han denunciado que la tarjeta de visitante por razones humanitarias que expide el Instituto de Migración mexicano (INM) se ha reducido “a casos de personas con enfermedades graves que necesitan permanecer en el país”.
Pero tiene ciertas ventajas porque permite trabajar y quedarse en México por un año y no haría perder la alternativa de pedir asilo en EE.UU. a quien lo desee, un mecanismo que se está tomando en consideración por parte de los activistas frente a la crisis migratoria.
Según denuncias de migrantes, una vez que están en México expulsados de EE.UU., aquí se le emite órdenes de salida del territorio de entre 15 a 20 días. Pasado ese tiempo, entran en una situación irregular en la que pueden enfrentar detenciones o deportaciones.
“Hay un gran limbo legal en México”, destaca el subdirector del albergue en la Ciudad de México donde muchos han aplicado vía internet para el asilo en Estados Unidos, pero sus casos se van complicando.
Además de no contar con un estatus de refugiado, EE.UU. exige a un patrocinador que demuestre que puede mantener económicamente al migrante durante un máximo de dos años y los solicitantes deberán ingresar vía aérea en caso de ser aprobados.
“Además excluye a quienes hayan ingresado a México o Panamá de manera irregular después de la publicación de la norma”.
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