Apenas un día necesitaron los robotaxis de California para enloquecer el tráfico en San Francisco

Tras la reciente aprobación estatal que permitía a los taxis autónomos circular sin restricciones por las calles de San Francisco, la esperanza de una nueva era en el transporte urbano se vio empañada por problemas inesperados. En un incidente que dejó a los ciudadanos y observadores perplejos, una intersección cerca del Outside Lands Music Festival se convirtió en el epicentro de un caos vehicular después de que varios taxis autónomos se quedaran bloqueados, generando una serie de problemas de tráfico en toda la zona.

La compañía detrás de estos taxis autónomos, KPIX, no tardó en responder a las críticas y preocupaciones. Según un comunicado emitido por la empresa, la falla experimentada por los vehículos autónomos se atribuyó directamente al festival en curso. Explicaron que la saturación de las redes inalámbricas, causada por la gran afluencia de asistentes al evento, desencadenó una serie de fallos en la comunicación entre los taxis y su infraestructura central de control. Esta interrupción en la transferencia de datos impidió que los vehículos continuaran operando sin problemas, lo que llevó al atasco y a la consiguiente confusión en la intersección.

Philip Koopman, un respetado profesor de la Universidad Carnegie Mellon, conocido por sus investigaciones pioneras en seguridad de vehículos autónomos, expresó sus opiniones sobre el incidente. En una declaración que resalta la importancia de mantener una percepción pública positiva de la tecnología autónoma, Koopman afirmó: “Cada incidente de tráfico bloqueado se sumará a la degradación de la opinión pública y el entusiasmo por la tecnología, independientemente de qué compañía tenga los problemas”.

Koopman también advirtió sobre las posibles repercusiones a largo plazo de incidentes como este: “Cuando eventualmente ocurre un gran evento adverso, toda esa opinión pública reprimida hará que sea mucho más difícil para las empresas lidiar con la situación”. Sus palabras reflejan la creciente importancia de la confianza pública en la tecnología autónoma, ya que cada tropiezo puede acumularse y tener un impacto significativo en la percepción general de la seguridad y la viabilidad de los vehículos autónomos en entornos urbanos.

A medida que la industria de los vehículos autónomos avanza y se enfrenta a desafíos iniciales, este incidente en San Francisco sirve como recordatorio de la delicada relación entre la tecnología emergente y la aceptación pública. A pesar de los avances en la autonomía vehicular, queda claro que cada paso debe ser dado con precaución para evitar daños irreparables a la confianza del público en esta prometedora revolución del transporte.

Sigue leyendo:
– Cómo será el vehículo autónomo que desarrollará Huawei
– Honda AWV así se ve el nuevo prototipo de auto autónomo de trabajo eléctrico
– Los autos autónomos sólo tendrán cuatro años de vida útil, dice Ford