Los republicanos de la Cámara no se ponen de acuerdo y el cierre del gobierno sigue acercándose

Los legisladores de la Cámara de Representantes abandonaron Washington D.C. el jueves después de una dramática semana laboral de tres días en la que lanzaron una divisiva investigación de juicio político al presidente Joe Biden y pidieron la destitución del presidente Kevin McCarthy de su cargo, mientras hacían pocos avances en un proyecto de ley de presupuesto para evitar el cierre del gobierno.

Las tensiones entre los republicanos de la Cámara llegaron a un punto crítico el jueves por la mañana, cuando el presidente Kevin McCarthy luchaba por unir a su estrecha mayoría en torno a un plan para evitar un cierre del gobierno a finales de mes, protegiendo al mismo tiempo su puesto como presidente ante la oposición de los legisladores de extrema derecha de su propio partido.

Los republicanos de línea dura han pasado la semana vinculando explícitamente el destino político de McCarthy a la lucha por un proyecto de ley de presupuesto federal con severas restricciones, en un esfuerzo caótico por un mayor control. Esta lucha de poder ha paralizado la Cámara, poco antes de la fecha límite para financiar al gobierno o cerrar sus operaciones.

McCarthy desafió a sus críticos en una reunión de miembros republicanos de la Cámara de Representantes el jueves por la mañana a que dejaran de hablar de expulsarlo de su trabajo y comenzaran el proceso formal para hacerlo, diciendo: “‘Si quieres presentar una moción para destituir, entonces presenta la f* * moción'”, según el representante Brian Mast, republicano por Florida.

El destino personal de McCarthy y la lucha por el presupuesto del gobierno

El enfrentamiento ocurre cuando los republicanos de la Cámara de Representantes luchan por aprobar antes de fin de mes los proyectos de ley de asignaciones requeridos para mantener el gobierno funcionando.

La gravedad de la situación quedó clara el miércoles cuando los líderes republicanos cancelaron sus planes de votar un proyecto de ley de gasto en defensa.

El gasto en defensa suele ser una de las medidas más fáciles de aprobar para el Congreso, pero el rencor político está alterando incluso las funciones más básicas de la Cámara.

Los legisladores regresan a casa para el fin de semana sin haber votado ningún proyecto de ley de gastos o de financiamiento a corto plazo esta semana, y sin un plan claro sobre cómo financiar al gobierno después del 29 de septiembre..

El contraste entre la Cámara y el Senado quedó a la vista el jueves, cuando el Senado votó 91 a 7 para avanzar en un paquete de tres proyectos de ley de gastos pocas horas después de la tensa reunión del Partido Republicano en la Cámara.

McCarthy intentó asegurar a los periodistas que el Congreso podría aprobar un proyecto de ley de presupuesto a corto plazo, a pesar del conflicto actual entre sus filas.

“Cuando regresemos, no nos iremos, vamos a lograr que esto se haga; nadie gana con un cierre del gobierno”, dijo McCarthy.

El líder de la Cámara prometió que se aprobaría el proyecto de ley de gastos y se negociaría con el Senado.

Pero es poco probable que ambas cámaras puedan procesar todos los proyectos de ley y negociar un compromiso de financiación del gobierno sin algún proyecto de ley a corto plazo que dé más tiempo para continuar negociando.

Y el Freedom Caucus también se opone a una medida provisional a corto plazo para mantener abierto el gobierno, conocida como resolución continua, a menos que esa medida incluya demandas conservadoras clave.

Con información de The Washington Post, The Hill y NPR

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