El senador John Fetterman asistió en fachas a una reunión oficial con el presidente de Ucrania
El demócrata de 53 años se mantiene fiel a su costumbre de lucir pantaloncillos cortos pues el nuevo código de vestimenta lo respalda
Convocado para asistir a una reunión oficial con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en el Capitolio, el senador John Fetterman se presentó en pantaloncillos cortos y si bien dejó en casa su habitual sudadera con capucha, la camisa que portaba tampoco era la más apropiada para una reunión de carácter oficial.
El mandatario europeo realizó su segunda visita a Estados Unidos y como parte de su agenda se reunió con el presidente Joe Biden y con un grupo bipartidista de legisladores, entre ellos John Fetterman.
Mientras que todos sus compañeros en el Congreso acudieron al Capitolio portando vestimenta formal, el senador demócrata por Pensilvania acaparó las miradas debido a la que se apegó a la nueva disposición que desde el domingo pasado les permite a los legisladores vestir de la manera en cómo lo consideren más adecuado, esto, aunque vaya en dirección opuesta a la mayoría del personal que labora en el edificio del Senado.
Si bien Chuck Schumer, líder de la mayoría del Senado, les relajó el código de vestimenta a los legisladores, esto no aplica para los visitantes y otras personas que ingresan a la cámara.
Al respecto, Marjorie Taylor Greene, republicana por Georgia, la manera en cómo John Fetterman acude al Senado ahora respaldado por el nuevo código de vestimenta resulta una afrenta para las instituciones y quienes trabajan en ellas.
“Es vergonzoso que el Senado ya no aplique un código de vestimenta para los senadores para apaciguar a Fetterman.
El código de vestimenta es uno de los estándares de la sociedad que establece la etiqueta y el respeto por nuestras instituciones. ¡Dejen de bajar el listón!”, escribió en la plataforma X, anteriormente Twitter.
No obstante, al controversial senador de los pantalones cortos parece no importarle lo que puedan pensar sus compañeros sobre vestimenta y si ya se atrevió a presentarse frente al mandatario de otra nación en fachas, lo más probable es que continue haciendo lo mismo en actos posteriores.
El político de 53 años sufrió un infarto cerebral en mayo del año pasado que hizo necesaria su hospitalización con el diagnóstico fibrilación atrial y cardiomiopatía, lo cual lo dejó un tiempo fuera de acción.
Posteriormente, a principios de este año nuevamente fue internado en el Hospital de la Universidad Georgetown después de sufrir mareos durante una conferencia de legisladores demócratas. Desde entonces sufre depresión clínica.
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