Día Internacional de la Lucha contra Trastornos Alimenticios: cómo ayudar a quien los padece
La celebración del Día Internacional de la Lucha contra Trastornos Alimentarios busca concienciar sobre estas condiciones, reducir estigmas y promover apoyo. La OMS aconseja educarse y fomentar la comunicación abierta con profesionales
El Día Internacional de la Lucha contra Trastornos Alimentarios se celebra cada 30 de noviembre para crear conciencia sobre la prevalencia de estos trastornos, desterrar estigmas asociados y promover la comprensión y el apoyo para aquellos que luchan contra estas condiciones.
La fecha busca resaltar la necesidad urgente de abordar los trastornos alimentarios como problemas de salud mental graves y desafiantes, que afectan a individuos de todas las edades, géneros y antecedentes culturales.
Partcularmente, se ha registrado un aumento dramático de los trastornos alimentarios entre hombres, especialmente adolescentes y adultos jóvenes. Las tasas de hospitalización para personas con estos trastornos se han duplicado en ciertos grupos demográficos, desafiando la idea errónea de que los trastornos alimentarios afectan predominantemente a las mujeres.
Según la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación, aproximadamente un tercio de las personas que padecen trastornos alimentarios son hombres, y se estima que 10 millones de hombres estadounidenses se verán afectados en algún momento de sus vidas. Delfino Camacho, un estudiante de El Camino College y editor en jefe del periódico de la institución, comparte su experiencia personal en esta batalla.
Hace una década, la experiencia universitaria de Camacho se vio empañada por un trastorno alimentario que lo llevó a una obsesión malsana por alcanzar un estilo de vida más saludable. Aunque nunca se le diagnosticó formalmente, él cree que padecía anorexia nerviosa, acompañada de episodios de bulimia. La presión social relacionada con la apariencia y el acoso implacable debido a su peso en la escuela secundaria contribuyeron a su lucha.
Hay muchos estigmas alrededor de los trastornos alimentarios
La pandemia, según el Dr. Stuart Murray, director del Programa de Trastornos de la Alimentación de la USC, ha intensificado significativamente estos trastornos, considerados ahora entre las afecciones psiquiátricas más letales. El estigma que rodea a los trastornos alimentarios disuade a muchos hombres y niños de buscar tratamiento. El Dr. Murray destaca que la mayoría de sus pacientes han ocultado sus trastornos durante años antes de buscar ayuda.
La Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación informa que las conductas asociadas con los trastornos alimentarios, como los atracones, las purgas, el uso indebido de laxantes y el ayuno para controlar el peso, son tan frecuentes en hombres como en mujeres. El Dr. Murray destaca la importancia de abordar estos estigmas para garantizar que los hombres se sientan cómodos al buscar ayuda.
En un esfuerzo por abordar el aumento de trastornos alimentarios en hombres jóvenes, se ha iniciado un programa de tratamiento combinado llamado BEAT (Binge-eating Adolescent Treatment). Este programa, diseñado para jóvenes de 14 a 24 años con pérdida de control de la alimentación (LOC), combina la psicoterapia cara a cara con la accesibilidad y flexibilidad de la autoayuda estructurada en línea.
La OMS proporciona pautas generales sobre cómo ayudar a alguien con un trastorno alimenticio. Es importante destacar que estas son recomendaciones generales, y se recomienda buscar orientación específica de profesionales de la salud en situaciones individuales.
Aquí hay algunas sugerencias basadas en la información de la OMS:
Educarse sobre los trastornos alimenticios: Obtener información sobre los trastornos alimenticios, como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y los trastornos por atracón, puede ayudarte a comprender mejor la situación.
Fomentar la comunicación abierta: Habla con la persona de manera abierta y compasiva. Es fundamental expresar preocupación sin juzgar ni criticar.
Buscar ayuda profesional: Anima a la persona a buscar ayuda de profesionales de la salud mental, como psicólogos, psiquiatras o dietistas especializados en trastornos alimenticios.
Ofrecer apoyo emocional: Brinda apoyo emocional constante. Escucha sin juzgar, muestra empatía y anima a la persona a expresar sus sentimientos y preocupaciones.
Evitar comentarios negativos sobre la apariencia física: Evita hacer comentarios sobre el peso, la apariencia física o los hábitos alimenticios de la persona, ya que esto puede aumentar la ansiedad y la culpa.
Promover un entorno saludable: Colabora en la creación de un entorno que fomente hábitos alimenticios saludables.
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