Médicos deben dejar de recetar antidepresivos por síntomas leves como sentirse solo: por qué
Expertos piden al gobierno de Reino Unido regular la medicación de antidepresivos debido a que el aumento en el uso a largo plazo se asocia con efectos adversos, como aumento de peso, peores resultados a largo plazo para algunos pacientes
Más de 8,6 millones de adultos en Inglaterra reciben prescripciones anuales de estos medicamentos, lo que equivale a casi el 20 por ciento de la población adulta. Crédito: Monika Wisniewska | Shutterstock
Un grupo compuesto por profesionales médicos, investigadores, representantes de pacientes y políticos ha instado al gobierno del Reino Unido a comprometerse a revertir la tasa de prescripción de antidepresivos. Durante la última década, las recetas de antidepresivos se han casi duplicado en Inglaterra, pasando de 47,3 millones en 2011 a 85,6 millones en 2022.
Más de 8,6 millones de adultos en Inglaterra reciben prescripciones anuales de estos medicamentos, lo que equivale a casi el 20 por ciento de la población adulta. Se prevé que estas cifras aumenten en la próxima década. La duración promedio del uso de antidepresivos se ha duplicado entre mediados de la década de 2000 y 2017, con aproximadamente la mitad de los pacientes clasificados como usuarios a largo plazo.
Escocia, Gales e Irlanda del Norte presentan tasas similares de prescripción de antidepresivos. El aumento en el uso a largo plazo se asocia con efectos adversos, como aumento de peso, peores resultados a largo plazo para algunos pacientes, disfunción sexual, hemorragias y caídas.
Además, aproximadamente la mitad de los pacientes experimentan efectos de abstinencia, con hasta la mitad describiendo sus síntomas como severos, y una proporción significativa experimenta la abstinencia durante semanas, meses o más.
A pesar de este aumento en la prescripción, no se observa una mejora en los resultados de salud mental a nivel de la población, e incluso algunos indicadores sugieren un empeoramiento a medida que aumenta la prescripción de antidepresivos. Se cuestiona en qué medida los malos resultados están impulsados por estos efectos adversos y la escasa eficacia de los antidepresivos para muchos grupos.
Es probable que los antidepresivos no brinden los resultados esperados
Múltiples metaanálisis han demostrado que los antidepresivos no tienen beneficios clínicamente significativos más allá del placebo, excepto para los pacientes más gravemente deprimidos. Por esta razón, las pautas del Instituto Nacional de Excelencia Clínica (NICE) indican que no deben recetarse rutinariamente como tratamiento de primera línea para la depresión menos severa, aunque se respeta la importancia de la toma de decisiones compartida.
A pesar de esto, las tasas de prescripción a pacientes con depresión leve y moderada siguen siendo elevadas. Un estudio muestra que el 69 por ciento de la depresión diagnosticada en personas mayores era de gravedad leve, y otro revela que del total de personas que toman antidepresivos, el 26.4 por ciento informó síntomas depresivos leves.
Además, un estudio en el Reino Unido mostró que el 58 por ciento de las personas que toman antidepresivos (más de 2 años) no cumplían con los criterios para ningún diagnóstico psiquiátrico.
Además de los costos humanos de la prescripción innecesaria de antidepresivos, ahora se están incurriendo en costos económicos significativos e innecesarios para el NHS en Inglaterra, que ascienden a hasta £58 millones anuales; dinero que podría destinarse mejor para fortalecer las provisiones no farmacológicas. Este problema ha sido reconocido por el NHS en su declaración de Oportunidades Nacionales de Optimización de Medicamentos 2023/24.
El grupo argumenta que la reversión en la tasa de prescripción de antidepresivos puede lograrse implementando diversas recomendaciones de salud pública, en línea con las Oportunidades Nacionales de Optimización de Medicamentos del NHS para 2023/24.
En lugar de depender en exceso de medicamentos, los cambios en el estilo de vida y el fomento del uso de prescripciones sociales, como la jardinería, grupos de caminatas y el voluntariado, deben ser empleados para cambiar la tendencia hacia el uso innecesario de medicamentos.
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