Biden se centra en Trump en su discurso del 6 de enero: “La democracia está en las papeletas”
Biden advirtió contra la reelección de Trump en el tercer aniversario del asalto del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos, un día en el que “casi perdimos a Estados Unidos”
El presidente Biden advirtió el viernes a la nación contra los peligros de comprometer la democracia y la amenaza que representa el expresidente Donald Trump para la democracia estadounidense.
Su primer discurso de campaña del año electoral fue cerca de Valley Forge, Pensilvania, el viernes, cuando se cumplen tres años desde que los partidarios de Trump se amotinaron en el Capitolio de Estados Unidos.
“En este inicio de año electoral, debemos ser claros: la democracia está en juego. Nuestra libertad está en juego. La democracia estadounidense seguirá siendo la principal causa de mi presidencia”, dijo Biden.
La democracia está en las urnas. Su libertad está en las urnas".
Biden pronunció su discurso tras visitar el valle de Forge, el enclave en el que el expresidente George Washington (1789-1797) ubicó el campamento de invierno del Ejército Continental revolucionario en 1777, durante la guerra de la Independencia, cuando era entonces el comandante en jefe de esas tropas.
Fue el lugar en que Washington dijo a sus militares que su causa era “sagrada” y Biden se hizo eco de ese discurso tomando el “sagrado voto” de defender la democracia en Estados Unidos, que este noviembre celebra de nuevo elecciones presidenciales.
“Su misión estaba clara: libertad, no conquista ni dominación. Independencia nacional, no gloria individual. Estados Unidos se hizo una promesa: nunca más”, dijo Biden de Washington.
El foco de su discurso, según advirtió al principio, fue “tremendamente serio” y giró en torno al ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos y a sus implicaciones.
“Es un día grabado en nuestra memoria porque casi perdemos Estados Unidos. ¿Sigue siendo la democracia una causa sagrada? Esa es la cuestión más urgente de nuestro tiempo. La campaña de Trump trata de él, no del país. Está obsesionado con el pasado, no con el futuro”, sostuvo Biden.
Ese 6 de enero, según añadió, por primera vez en la historia del país “hubo insurrectos que se presentaron para parar el traspaso de poder”, mientras “el mundo entero” miraba lo que sucedía “con incredulidad” al tiempo que Trump no hacía “nada”.
El expresidente republicano, según insistió, “perdió recuento tras recuento y un estado tras otro”. “Seamos claros sobre esas elecciones: Trump agotó todas las vías legales disponibles para darle la vuelta a los resultados y todas ellas solo han llevado a la verdad, que yo gané y él es un perdedor”.
Biden enfatizó que quienes acudieron al Capitolio hace tres años no eran “patriotas”, sino “insurrectos” que no querían defender la Constitución, sino acabar con ella.
“La violencia política nunca es aceptable”, afirmó advirtiendo que no permitirá ni a Trump ni a sus seguidores más radicales que el país le dé la espalda a la democracia. “Me niego a pensar que en 2024 los estadounidenses elijan alejarse de lo que nos ha convertido en la nación más grande de la historia del mundo”, añadió.
Para Biden, el “asalto de Trump a la democracia no es solo parte de su pasado, es lo que promete para el futuro”.
“Él mismo lo ha dicho: será un dictador desde el primer día. (…) No hay confusión sobre lo que pretende hacer”, recalcó sobre el político republicano, a quien le recriminó que su retórica se asemeje a la de la Alemania nazi.
Es habitual que, como ahora cerca del valle de Forge, el actual mandatario utilice lugares históricos para reforzar sus intervenciones en momentos clave: en agosto de 2022, por ejemplo, habló sobre la “batalla por el alma” del país en el Independence Hall de Filadelfia, un edificio considerado como la cuna de la democracia de Estados Unidos.
Biden fue escuchado en persona, entre otros, por voluntarios de los comicios de 2020 que protegieron el derecho al voto, así como por jóvenes a quienes el asalto al Capitolio les motivó para entrar en política.
Desde ese ataque, según indicó hoy también en una intervención aparte el fiscal general Merrick Garland 1,250 personas han sido imputadas, se ha condenado a cerca de 890 y el Departamento de Justicia promete hacer que “rindan cuentas” todos sus responsables.
Entre los imputados en el marco de ese asalto está el propio Donald Trump, objeto de dos procesos penales en Washington D.C. y en Georgia por sus intentos por revertir los resultados de las elecciones de 2020.
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