Descubren un campamento del narco donde había siete cadáveres con huellas de tortura
Un grupo de campesinos encontró siete cuerpos de presuntos sicarios que fueron torturados y asesinados en el municipio de Chilchota, Michoacán. A unos metros del lugar había un narcocampamento
Las víctimas eran presuntos miembros de algún cártel, debido a que usaban ropa y calzado táctico. Crédito: Ginnette Riquelme | AP
Michoacán es un estado mexicano que ha sufrido los estragos del narcotráfico, su variada geografía es aprovechada por los grupos criminales para instalar sus campamentos, y en uno de ellos fueron descubiertos siete cuerpos de sicarios, todos con huellas de tortura.
Fue en el municipio de Chilchota, donde hay una amplia población indígena, en donde campesinos pasaban por un cerro cuando vieron los cuerpos y dieron aviso a las autoridades.
Los hombres, cuya identidad es desconocida, tenían signos de violencia en distintas partes del cuerpo, según informa el semanario Proceso. Presentaban orificios de bala y dos de ellos estaban decapitados.
Una de las líneas de investigación es que las víctimas fueron ultimadas por un grupo rival, se asume que eran miembros de algún cártel debido a que usaban ropa y calzado táctico.
Cerca de donde los cuerpos fueron abandonados se encontró un campamento, el sitio tenía espacios para vigilancia, así como un área acondicionada para preparar alimentos y sitios adaptados para dormir.
Una región invadida por el narco
De acuerdo con el medio Latinus, en el municipio de Chilchota operan el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Caballeros Templarios y Cárteles Unidos, este último está conformado por el Cártel de Tepalcatepec, Los Viagras, el Cártel de Los Reyes, Los Blancos y otros grupos criminales.
Como ocurre en otras partes de México, en Michoacán se libran varias narcoguerras, lo que ha hecho que la violencia crezca exponencialmente, dejando en medio a los habitantes del lugar, quienes desde hace años resisten de todas las maneras posibles.
Además es el estado que vio nacer a las autodefensas, la población civil se organizó para hacer frente a los grupos criminales, pero algunos grupos que surgieron para proteger a las personas terminaron volviéndose parte del crimen organizado.
Asimismo, en Michoacán se ha experimentado un preocupante aumento de ataques considerados terroristas, pues los criminales usan minas terrestres, bombas y drones con explosivos para acabar con sus rivales, las fuerzas del orden e incluso amedrentar a la población.
En los primeros 74 días de 2024, en el territorio michoacano se han cometido 364 homicidios violentos, todos relacionados con alguno de los 14 grupos criminales que operan en la región.
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