Mercedes asume el control absoluto de sus vehículos eléctricos al gestionar las unidades de potencia
La meta de la empresa alemana, Mercedes-Benz, es dirigir el proceso completo de desarrollo y fabricación del motor eléctrico
La plana mayor de Mercedes-Benz, en línea con la estrategia de electrificación de sus vehículos en la cual prevé que para 2025 la mitad de sus modelos serán coches 100 % eléctricos o híbridos enchufables, ha decidido tomar las riendas de la producción de motores, un importante paso para salir de la tercerización.
Así lo anunció Markus Schäfer en su momento, jefe de tecnología de Daimler, en declaraciones al medio Automobilwoche, donde enfatizó que el objetivo de la prestigiosa empresa es controlar todo el proceso de desarrollo y fabricación general del motor eléctrico, la batería y la electrónica de potencia.
Recordemos que los componentes de los modelos de Mercedes-Benz eran suministrados por proveedores externos como ZF y Valeo-Siemens.
Un paso adelante en materia tecnológica
Según revelaciones presentados por el gigante alemán, el tren motriz de desarrollo interno integral es el que revelaron en el Concept Vision EQXX, coche de características similares a un deportivo Gran Turismo que figura como carta crédito de la marca debido a su imponente tecnología.
El sistema de propulsión que usa Mercedes en su propia fabricación requiere la mitad del espacio de instalación, siendo alrededor de un tercio más liviano y cuenta con una eficiencia superlativa.
Además, con el aporte tecnológico incorporado puede llegar a consumir 10 kWh cada 100 kilómetros, reduciendo sensiblemente los consumos actuales de todos los coches eléctricos del mercado, que están por encima de los 15 kWh/100 km.
Asimismo, Mercedes planea construir motores eléctricos de flujo axial de alto rendimiento desarrollados con la colaboración de Yasa, una compañía de origen británico adquirida por Daimler.
Para este proyecto se destinó una inversión de más de 10 millones de euros en los próximos dos años. Cabe destacar que cuando se cumplan seis años del inicio del periodo de transición del motor diésel al eléctrico, Mercedes habrá desembolsado más de 100 millones de euros.
En ese sentido, para la empresa alemana, a medida que la electrificación va formando parte de la oferta de vehículos, el fabricante está procediendo a ajustar sus requisitos en cuanto a producción y suministro.
Finalmente, destaca que uno de los puntos álgidos a debatir es la expansión de la capacidad a nivel mundial para el tren motriz eléctrico, debido a la rápida electrificación que están llevando a cabo.
El impacto
La decisión de Mercedes de asumir el control total sobre las unidades de potencia de sus vehículos eléctricos asegura un mayor nivel de calidad y rendimiento en sus productos, pues al tener un control directo sobre el diseño, producción y optimización de los motores, el fabricante alemán puede velar por una integración más eficiente junto a una experiencia de conducción que atraiga cada vez más a los clientes.
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