Morosidad en tarjetas de crédito aumenta en las zonas más pobres de EE.UU.
La Reserva Federal de St. Louis informó que la morosidad en las tarjetas de crédito ha incrementado en todos los niveles de ingresos debido a la inflación, aunque en las zonas más pobres de los Estados Unidos las cuentas vencidas son más comunes
La morosidad en las tarjetas de crédito se está convirtiendo en un tema preocupante, al igual que la inflación. Tras los aumentos de precios exorbitados de los últimos años y un índice que no cede en los últimos meses, cada vez más consumidores recurren a los plásticos para realizar sus compras esenciales, endeudándose y manteniéndola por mucho tiempo. Como es lógico, las zonas más pobres de los Estados Unidos son los que más padecen de ambos fenómenos, señala un nuevo informe.
El Banco de la Reserva Federal de St. Louis publicó esta semana un artículo en su blog institucional en el que destaca sus preocupaciones por la creciente morosidad en las tarjetas de crédito.
Al analizar la deuda de tarjetas de crédito en particular, la Reserva Federal encontró que las dificultades financieras eran mayores que los niveles previos a la pandemia, y el 3.10% de los hogares estadounidenses se encontraban en esta posición.
Por si esto no fuera suficiente, durante el primer trimestre de 2024, la tasa de morosidad del 10% de los códigos postales había crecido 41% desde el tercer trimestre del 2022, pasando de una tasa del 14.9% en ese al 21% en el actual.
No obstante, aunque la tasa de morosidad del 10% de los códigos postales más ricos en Estados Unidos tuvo el mayor incremento en el mismo periodo en un 54%, pasando del 4.8% en el segundo trimestre de 2022 al 7.4% en el primer trimestre de 2024, sigue siendo una tasa de morosidad mucho más baja en comparación que la de las zonas más pobres del país.
Además, cabe señalar que en las zonas más pobres del país, la morosidad en tarjetas de crédito se encuentran muy cerca de su pico más alto desde 1999, en el 93.6%, lo que refleja lo complicado que es mantener el trote financiero para estos hogares.
Para que una persona entre en un período de dificultades financieras, debe tener una “cuenta vencida durante 30 días o más, excluida la deuda despectiva grave, que es de más de 120 días vencida”.
La inflación agravó el problema al reducir el poder adquisitivo, obligando a los hogares a utilizar una mayor parte de sus ahorros para mantener sus patrones de consumo o recargándose en sus tarjetas de crédito. El 48% de los hogares con una tarjeta de crédito mantienen un saldo cada mes, incluso por un período corto.
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