Fracasa otra prueba diagnóstica del Covid prolongado
El Covid prolongado sigue sin diagnóstico claro; estudio no revela pruebas concluyentes, frustrando esfuerzos para identificar la enfermedad
El Covid prolongado continúa siendo un enigma para la comunidad médica, ya que no se ha logrado identificar una prueba diagnóstica definitiva que permita su detección. Un reciente estudio publicado en Annals of Internal Medicine destaca la dificultad de encontrar marcadores claros que indiquen la presencia de esta condición.
Este estudio forma parte de la Iniciativa RECOVER, una ambiciosa iniciativa del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos que cuenta con una inversión de más de mil millones de dólares. El objetivo de RECOVER es investigar las causas y posibles tratamientos para los aproximadamente 17 millones de estadounidenses que padecen Covid prolongado.
El estudio, llevado a cabo con datos de más de 10,000 pacientes en 83 centros clínicos distribuidos por todo Estados Unidos, fue dirigido por la Dra. Kristine Erlandson, una reconocida especialista en enfermedades infecciosas del Campus Médico Anschutz de la Universidad de Colorado.
Los investigadores se enfocaron en analizar una serie de resultados de laboratorio, incluyendo hemogramas de rutina, pruebas de función renal y hepática, así como marcadores inflamatorios en el cuerpo. A pesar de la amplitud de los análisis, los resultados no mostraron diferencias significativas entre los pacientes con Covid prolongado y aquellos que no presentaban esta condición.
La Dra. Erlandson expresó su descontento con los hallazgos, admitiendo que no haber encontrado una prueba concluyente fue una gran decepción. “Es coherente con lo que hemos aprendido recientemente”, dijo. “El Covid prolongado parece ser una afección impulsada principalmente por los síntomas, sin que exista un valor de laboratorio específico que guíe a los médicos hacia un diagnóstico claro”.
Un editorial que acompañó al estudio, escrito por médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, reforzó esta idea, señalando que los médicos deben continuar utilizando pruebas para descartar otras posibles explicaciones antes de diagnosticar Covid prolongado. Esta recomendación subraya la naturaleza incierta y compleja del diagnóstico de esta enfermedad.
Para el diagnóstico de los pacientes incluidos en el estudio, se utilizó un sistema de puntuación basado en 12 síntomas comunes del Covid prolongado, tales como confusión mental, mareos y palpitaciones.
Cada síntoma recibió una puntuación específica, y aquellos pacientes cuya puntuación total alcanzó un nivel de 12 fueron diagnosticados con Covid prolongado. No se estableció un límite de tiempo para la aparición de los síntomas, y el diagnóstico no dependió de una prueba de Covid positiva previa.
El Dr. Marc Sala, neumólogo y codirector del Centro Integral de Covid en Northwestern Medicine, reconoció la calidad del estudio, pero también subrayó la frustración que podrían sentir los millones de pacientes que continúan sufriendo los efectos del Covid prolongado.
“Una crítica que se le puede hacer al estudio es que muchos de los análisis que realizaron son los mismos que se realizan en la atención primaria”, dijo Sala. Añadió que los análisis de sangre de rutina suelen ser normales en sus pacientes con Covid prolongado, pero que pruebas más especializadas, como análisis de sangre durante el ejercicio o tomografías computarizadas posteriores a una neumonía por Covid, tienden a revelar resultados anormales.
En su opinión, los pacientes que presentan síntomas severos, como dificultad para respirar y fatiga extrema, necesitan evaluaciones mucho más exhaustivas.
Por su parte, la Dra. Nisha Viswanathan, directora de la clínica de Covid prolongado en UCLA Health, no se sorprendió con los resultados. Según su experiencia, los exámenes médicos estándar tienden a arrojar resultados negativos en pacientes con Covid prolongado, a pesar de que estos siguen experimentando síntomas persistentes.
A medida que la investigación sobre el Covid prolongado avanza, los científicos y médicos siguen enfrentando el reto de encontrar herramientas diagnósticas efectivas, lo que pone de manifiesto la complejidad de esta enfermedad y la necesidad de continuar explorando sus múltiples facetas.
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