Es caro tener hijos: casi 1 de 4 millennials y Gen Z no quiere criar
Los resultados de una encuesta reciente muestran que los jóvenes adultos entre los 18 y 43 años no quieren tener hijos por el costo financiero de su crianza
Es hora de las confesiones. Querido lector, yo no sé si usted se encuentre dentro de esta estadística; pero debo admitir que yo sí formo de ese casi 1 de cada 4 millennials y de la Generación Z que no quieren tener hijos. Y sí, la razón: lo caro que es criarlos. (En mi caso particular, también por cuestiones del bienestar del planeta, pero ese es otro tema que no entra en los tópicos de dinero… aunque debería).
Cada vez es más común escuchar que los millennials y la Generación Z están eligiendo no tener hijos, y una de las razones principales para esta decisión es el costo asociado a la crianza. Según el último índice de gasto y ahorro del consumidor de MassMutual, casi una cuarta parte de los jóvenes adultos en EE.UU. sin hijos no planean convertirse en padres, principalmente debido a las preocupaciones financieras.
Este índice trimestral ofrece una visión detallada sobre los hábitos financieros y las expectativas de los consumidores en el actual entorno económico.
“Con los factores de estrés financiero actuales, es comprensible por qué hay una creciente tendencia entre los adultos jóvenes a priorizar la seguridad financiera sobre la paternidad“, afirmó Paul LaPiana , CFP, director de marca, productos y distribución afiliada de MassMutual.
El informe revela que aproximadamente el 23% de los millennials y de la Generación Z, de entre 18 y 43 años que no tienen hijos, no planean ser padres, principalmente por razones financieras.
Criar a un niño es cada vez más caro: un estudio de LendinTree del 2023 concluyó que los padres suelen gastar unos $240,000 dólares en cada hijo desde su nacimiento hasta los 18 años, lo que supone un aumento del 20% respecto de 2016.
Además, un 31% de estos jóvenes también menciona la preocupación por el mundo social y político que sus hijos heredarían como un factor decisivo. La preferencia por la libertad financiera y la imposibilidad de costear a un hijo son citadas por el 43% de las generaciones más jóvenes.
“Este cambio refleja una comprensión más amplia de la importancia de la estabilidad financiera y la independencia para alcanzar objetivos a largo plazo que cada generación debe tener en cuenta”, añade LaPiana.
A pesar de que casi tres cuartas partes de los padres (73%) se preparan financieramente para la paternidad, las preocupaciones monetarias siguen siendo una fuente principal de ansiedad. La preparación más común antes de ser padres es aumentar los ahorros (38%). Sin embargo, más de la mitad de los padres continúan preocupados por no tener suficiente dinero para apoyar a su familia (51%). Los gastos más significativos que contribuyen a esta ansiedad son los alimentos (57%) y la ropa (51%).
La situación se complica aún más con los costos asociados a la educación superior. Casi la mitad de los padres que envían a sus hijos a la universidad este año anticipan un aumento en los gastos en comparación con el año pasado, impulsado por el aumento de las matrículas (65%) y la inflación (63%). Esta cifra ha subido notablemente desde el 29% del año pasado que esperaba mayores gastos.
Además, un 71% de los estadounidenses espera pagar sus préstamos estudiantiles antes de la jubilación, y tres de cada cinco padres con préstamos estudiantiles planean saldar su deuda antes de que su hijo mayor cumpla 18 años, un aumento respecto al 43% del trimestre anterior.
El ahorro para la jubilación también sigue siendo una preocupación crítica. Casi la mitad (48%) de los estadounidenses no jubilados sienten que sus ahorros son insuficientes para retirarse a la edad deseada. La Generación X es particularmente afectada, con un 55% que cree estar atrasada en sus ahorros. La mitad de los estadounidenses no jubilados contribuyen con el 6% o menos de sus ingresos hacia su jubilación. Casi la mitad de la Generación Z no contribuye de manera fija mensualmente, y el 24% no aporta nada en absoluto.
La preocupación económica se extiende más allá de los aspectos personales y afecta a la política nacional. Con la proximidad de las elecciones presidenciales en EE.UU., el 13% de los estadounidenses cree que el resultado electoral tendrá el mayor impacto en sus finanzas personales, solo superado por la inflación (40%). Este sentimiento ha aumentado respecto al 8% del trimestre anterior y al 6% del mismo periodo del año pasado. Tanto demócratas (15%) como republicanos (13%) expresan estas inquietudes.
Mientras los jóvenes adultos continúan priorizando su libertad financiera y estabilidad económica, es crucial que todos, independientemente de su generación, gestionen sus finanzas de manera proactiva y estratégica. La planificación financiera es clave para alcanzar una estabilidad a largo plazo y cumplir con los objetivos personales y familiares.
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