Harvey Weinstein denuncia a prisión de Nueva York por condiciones inhumanas

Harvey Weinstein demanda por negligencia, buscando al menos 5 millones de dólares, por temperaturas extremas, falta de ropa limpia y retrasos médicos

Former film producer Harvey Weinstein appears in court in New York on Wednesday, Oct. 23, 2024. (Gregory P. Mango/New York Post via AP, Pool)

El exproductor de cine Harvey Weinstein comparece ante el tribunal en Nueva York el miércoles 23 de octubre de 2024.  Crédito: Gregory P. Mango | AP

Harvey Weinstein, el productor de cine condenado por delitos sexuales, ha demandado a la ciudad de Nueva York y a las autoridades penitenciarias de Rikers Island por lo que califica como “condiciones deplorables” en la cárcel.

Según una demanda presentada el pasado 26 de noviembre, el ex magnate de Hollywood afirma que su salud se ha deteriorado gravemente debido a la falta de atención médica adecuada y las condiciones antihigiénicas en las que se encuentra recluido.

El equipo legal de Weinstein asegura que la prisión no ha cumplido con sus responsabilidades en cuanto a la atención médica que requiere el prisionero, quien sufre de leucemia mieloide crónica, diabetes y otros problemas de salud. A través de esta demanda, Weinstein busca una compensación de al menos 5 millones de dólares, alegando negligencia y malos tratos, que incluyen la exposición a temperaturas extremas, la falta de ropa limpia y el retraso en la administración de tratamientos médicos esenciales.

Aseguran que Weinstein vive bajo condiciones inhumanas en Rikers Island

En un comunicado, el abogado de Weinstein, Imran H. Ansari, relató su último encuentro con el acusado. “Lo encontré con manchas de sangre en su ropa de prisión, posiblemente debido a las vías intravenosas, y con ropa que no se había lavado en semanas. No se le habían proporcionado ni siquiera ropa interior limpia. Las condiciones son inhumanas para alguien con graves problemas de salud”, expresó Ansari, quien comparó el centro penitenciario con un “gulag”.

Weinstein, de 72 años, lleva varios meses en prisión tras el fallo de un tribunal de apelaciones que anuló parcialmente su condena por delitos sexuales en Nueva York. Sin embargo, su salud ha sido un tema constante de preocupación desde su ingreso a la cárcel. Según su defensa, ha sido hospitalizado en múltiples ocasiones por complicaciones relacionadas con su estado de salud, pero siempre ha sido devuelto a Rikers antes de recuperarse completamente, lo que ha agravado su situación.

El caso de Weinstein no es aislado. Rikers Island ha sido objeto de críticas por las malas condiciones que imperan en la instalación, considerada una de las más violentas y deterioradas del sistema penitenciario estadounidense. A pesar de que la ciudad de Nueva York ha planeado cerrar la prisión en 2027, la falta de avances y el aumento de la violencia han llevado a un creciente escrutinio por parte de las autoridades federales.

La lucha por los derechos constitucionales

Con esta demanda, Weinstein no solo busca justicia por las condiciones en las que se encuentra, sino también que se establezcan medidas para evitar que otros reclusos sufran el mismo trato. Mientras tanto, su equipo legal promete seguir luchando para garantizar que se respeten los derechos constitucionales de su cliente y que los responsables de su situación sean llamados a rendir cuentas.

Este proceso llega en un momento crítico para la ciudad de Nueva York, que enfrenta una creciente presión para reformar su sistema penitenciario, especialmente en un lugar tan controversial como Rikers Island.

Aquí está la declaración completa de los abogados de Weinstein:

“Harvey Weinstein ha sufrido considerablemente debido a las deplorables condiciones en Rikers Island. Lo más significativo es que el sistema ha fallado en proporcionarle la atención médica más básica. Pero él necesita más que atención básica, necesita el tratamiento médico intensivo que se le brindaría a cualquier persona en una sociedad civilizada, sea prisionero o no. En lugar de recibir la atención médica que necesita, sigue sin recibir medicamentos críticos, un tratamiento adecuado por parte de médicos competentes para condiciones médicas complejas y graves, y está privado incluso del trato más elemental y humano. La última vez que lo visité, lo encontré con manchas de sangre en su ropa de prisión, posiblemente debido a las vías intravenosas, con ropa que no se había lavado en semanas, y ni siquiera le habían proporcionado ropa interior limpia; condiciones de higiene que no son nada apropiadas para alguien con graves problemas de salud y susceptible a enfermedades. Me pregunté si estaba en una instalación penitenciaria que se supone debe ser gestionada de acuerdo con nuestra constitución, o en un gulag donde los prisioneros son tratados como animales. El trato, o la falta de él, que el Sr. Weinstein está recibiendo en Rikers Island no solo equivale a negligencia médica, sino que constituye un castigo cruel e inusual en violación de la Octava Enmienda. El desprecio por las necesidades médicas de Weinstein es un ejemplo de por qué Rikers Island ha estado bajo un intenso escrutinio por parte de las autoridades y el público, y es objeto de supervisión federal. Pero no vivimos en un país donde un prisionero como el Sr. Weinstein deba soportar un trato tan duro y draconiano, y el desdén por sus necesidades médicas, sin recursos bajo la ley. Por lo tanto, para asegurar que sus derechos constitucionales sean protegidos y que aquellos responsables de la negligencia médica y otras violaciones de la ley rindan cuentas, el Sr. Weinstein está demandando a la ciudad de Nueva York y a las agencias responsables de su maltrato. Tenemos la intención de luchar agresivamente por sus derechos y, de esa manera, defender la integridad de nuestro sistema de justicia y los valores que encarna nuestra constitución.”

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