Condenan a muerte a hombre de Texas que mató a una joven madre y ocultó el cuerpo bajo su casa
Valerian “Will” O’Steen fue condenado por el crimen de Marissa Grimes, cuyo cuerpo ocultó por 10 días en un espacio de acceso debajo de su casa

Según documentos judiciales, Grimes y O’Steen mantenían una relación marcada por la violencia. Crédito: Fort Worth Police Department | Cortesía
Un jurado del condado de Tarrant condenó a muerte a Valerian “Will” O’Steen por el asesinato de Marissa Grimes, una madre de dos hijos cuyo cuerpo fue hallado en febrero de 2022 bajo la casa alquilada del acusado en Fort Worth.
Grimes había sido reportada como desaparecida por su familia el 21 de febrero, luego de que perdieran contacto con ella. Al día siguiente, la policía halló su camión de mudanza U-Haul abandonado a poco más de una milla de la casa de O’Steen, en la avenida Locke. Tras obtener una orden de cateo, agentes encontraron su cuerpo envuelto en una manta y una lona, oculto en un espacio de acceso debajo de la vivienda.
“Él cavó una tumba poco profunda para ella y vivió encima durante 10 días”, dijo la fiscal adjunta Allenna Bangs durante el juicio. Los fiscales detallaron que Grimes presentaba fracturas en el brazo, nariz y costillas, además de múltiples laceraciones en la cabeza, hematomas en el cuerpo y señales de haber sido golpeada brutalmente. La Oficina del Médico Forense del Condado de Tarrant determinó que la causa de muerte fue un traumatismo contundente en la cabeza.
Un historial de abuso
Según documentos judiciales, Grimes y O’Steen mantenían una relación marcada por la violencia. En enero de 2022, O’Steen fue arrestado tras retenerla contra su voluntad y amenazar con matarla. La víctima logró enviar un mensaje de auxilio a su padre, lo que permitió su rescate por la policía.
Tras salir bajo fianza el 13 de enero, O’Steen recibió una orden de alejamiento y fue obligado a usar un monitor GPS en el tobillo. Sin embargo, la fiscalía sostuvo que el acusado estaba molesto por las restricciones, quería que se retiraran los cargos y llegó a decirle a conocidos que planeaba matar a Grimes.
Aunque su familia la convenció de mudarse al oeste de Texas para protegerse, ambos retomaron el contacto semanas después. El 12 de febrero, mientras se preparaba para dejar la ciudad, Grimes pasó por la casa de O’Steen para despedirse. Esa noche, un vecino declaró haber presenciado cómo O’Steen la amenazó con una pistola. Fue la última vez que alguien la vio con vida.
Durante el juicio, el fiscal adjunto Peter Gieseking describió el crimen como una “tortura premeditada”, mientras que Bangs argumentó que “este no es un lugar para la misericordia. En esta corte se administra justicia”.
El jurado estuvo de acuerdo y, tras deliberar, impuso la pena de muerte, la sanción más severa en Texas. Con la sentencia dictada el caso entra en fase de apelaciones automáticas, como establece la ley en todos los procesos de pena capital en el estado. O’Steen será trasladado a la prisión Allan B. Polunsky Unit, en Livingston, donde se encuentran los reclusos del corredor de la muerte de Texas.
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