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Elon Musk y su negativa total a fabricar una moto Tesla

Su argumento combina estadísticas de seguridad, limitaciones tecnológicas y una experiencia cercana a la muerte que marcó su rechazo definitivo

Centro de Tesla

Centro de Tesla. Crédito: Tesla. Crédito: Cortesía

La conversación sobre si Tesla debía expandirse al mundo de las motocicletas ha surgido varias veces, especialmente a medida que la marca ha explorado casi todos los segmentos de la movilidad eléctrica. Sin embargo, cada vez que el tema vuelve a la superficie, Elon Musk se encarga de cerrarlo con absoluta contundencia.

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Esta vez no fue la excepción: un simple comentario suyo volvió a descartar de forma categórica cualquier posibilidad.

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La chispa volvió a encenderse cuando un video generado por inteligencia artificial imaginó cómo sería una “Tesla Bike”, una hipotética moto eléctrica con el diseño minimalista y futurista típico de la marca. El video se volvió viral, despertando ilusión entre algunos seguidores de Tesla y alimentando especulaciones en foros tecnológicos.

La respuesta del CEO no dejó margen para la interpretación: “Nunca sucederá, no podemos hacer que las motos sean seguras”. Una frase contundente, lapidaria y fiel al tono directo con el que suele comunicarse en redes sociales.

Este rechazo no es improvisado ni reciente, aunque sí vuelve a tomar fuerza cada vez que surge alguna creación digital que “imagina” un modelo del que Tesla no quiere ni oír hablar. Para Musk, el motivo no es comercial, sino profundamente personal. Y para entenderlo hay que volver a sus años de juventud.

Un episodio traumático que cambió la percepción de Musk

Mucho antes de convertirse en uno de los empresarios más influyentes del planeta, Musk vivió una experiencia que quedó marcada en su memoria. De acuerdo con su propio relato, durante su adolescencia fue embestido por un camión mientras conducía una moto. Asegura que el impacto estuvo muy cerca de costarle la vida, y ese recuerdo sigue influyendo en su postura actual.

No es la primera vez que lo menciona públicamente, pero en esta ocasión fue más allá y profundizó en su razonamiento. Musk estableció una clara diferencia entre las motocicletas de uso cotidiano y las que se utilizan fuera del asfalto: “Las motos de campo son seguras si se conduce con cuidado, ya que no puedes ser aplastado por un camión”.

Esta matización demuestra que no está en contra de las motos como concepto, sino de su convivencia con el tráfico urbano, donde el riesgo —en su opinión— supera cualquier posible beneficio.

Su lógica no solo se sostiene en una anécdota personal, sino también en un factor estadístico contundente: incluso antes de hablar de tecnologías como autonomía o piloto automático, las motocicletas figuran entre los vehículos más vulnerables en carretera. Esto, sumado a su experiencia, forma la base de la barrera infranqueable que Musk ha levantado frente a una hipotética moto Tesla.

Autopilot y el otro frente de preocupación para Musk

El debate sobre la seguridad de las motos se conecta con otro tema espinoso para Tesla: las críticas hacia el funcionamiento de Autopilot. Durante los últimos años se han reportado múltiples accidentes en los que un vehículo de la marca colisionó por detrás a un motorista, incidentes que han sido ampliamente difundidos por medios y redes sociales.

Elon Musk
Elon Musk / AP.
Crédito: AP

Algunos analistas han sugerido que ciertos algoritmos del sistema podrían tener dificultades para interpretar correctamente las luces traseras de una moto, más pequeñas y cercanas entre sí que las de un automóvil. Esto podría afectar el cálculo de distancia o la detección del vehículo delantero. Aunque Tesla sostiene que continúa mejorando y refinando sus sistemas de asistencia, la percepción pública y los estudios independientes han mantenido el tema bajo escrutinio.

Este contexto alimenta aún más la posición del CEO. Si la tecnología que Tesla desarrolla para coches aún enfrenta desafíos en situaciones complejas, ¿cómo garantizar un producto seguro en un entorno en el que el usuario está mucho más expuesto? Para Musk, esa ecuación simplemente no cierra.

Un mercado que avanza sin Tesla

Mientras Musk insiste en mantener a Tesla fuera del mundo de las motos, la electrificación de dos ruedas avanza sin freno. Fabricantes tradicionales como Honda, BMW, Yamaha y Kawasaki ya tienen modelos eléctricos en desarrollo o en producción, aportando su experiencia en estabilidad, ergonomía y seguridad.

A la par, compañías pioneras como Zero Motorcycles y LiveWire (la división eléctrica de Harley-Davidson) continúan ampliando sus propuestas, mejorando autonomías, sistemas de gestión de batería y potencia. Y en el terreno urbano, marcas emergentes como Ryvid compiten con gigantes asiáticos como NIU y Yadea, que dominan la distribución de scooters eléctricos accesibles y de gran volumen.

La ausencia de Tesla no ha frenado la evolución del sector. Tampoco parece que lo hará. La industria de las motos eléctricas sigue creciendo, diversificándose y captando a nuevos usuarios que buscan movilidad más eficiente, silenciosa y sostenible.

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