Gobierno de Trump desplegó agentes en Nueva Orleans para la detención de inmigrantes
Más de 200 agentes vinculados a la CBP y ICE participarán en el operativo que tendrá una duración de 2 meses
Será parte del plan de detención de inmigrantes. Crédito: Shutterstock
Agentes federales iniciaron patrullajes en Nueva Orleans como parte de la ofensiva migratoria del presidente Donald Trump, centrada en detener a inmigrantes acusados de delitos graves. La operación busca reforzar la aplicación de leyes migratorias y ampliar las acciones de redadas federales en Estados Unidos, según un funcionario de Seguridad Nacional.
Residentes reportaron la presencia de agentes enmascarados en áreas con población hispana, usando vehículos marcados y sin matrícula. Testigos describieron arrestos inmediatos fuera de comercios, una escena que refleja la expansión de la operación migratoria federal y la creciente preocupación por las redadas de inmigración en Nueva Orleans.
El comandante Gregory Bovino reunió a los equipos en un estacionamiento de Home Depot antes del despliegue. Según fuentes federales, más de 200 agentes de CBP e ICE participarán en el operativo durante al menos dos meses, reforzando la estrategia de deportaciones masivas y aumentando la presencia de agentes de inmigración en la región.

Operativo “Catahoula Crunch” y expansión regional
La subsecretaria Tricia McLaughlin afirmó que la operación apunta a personas liberadas tras ser detenidas por delitos como violación, allanamiento y robo. La estrategia forma parte del plan de detenciones de inmigrantes criminales y del incremento de operativos migratorios del DHS en varias ciudades del país.
La agenda federal prevé nuevas redadas, incluida una operación en Minnesota dirigida a inmigrantes somalíes. Estas acciones han provocado protestas y demandas, reflejando la tensión generada por las redadas de ICE en comunidades inmigrantes y las críticas a la política de deportación del gobierno federal.
El operativo en Luisiana recibe el nombre “Catahoula Crunch”, siguiendo la costumbre del DHS de usar elementos locales. Documentos internos lo describen también como “Swamp Sweep”, lo que confirma la ampliación de la operación Swamp Sweep en Luisiana y el despliegue sostenido de agentes federales en el sur del país durante varios meses.
En comunidades hispanas, el miedo domina la vida diaria. Testigos reportaron persecuciones en estacionamientos y patrullajes constantes en gasolineras y supermercados. Estas escenas reflejan la presión generada por la presencia de ICE en Nueva Orleans y la intensificación de los operativos federales contra inmigrantes.
Negocios locales han cerrado temporalmente y otros han colocado avisos prohibiendo la entrada a agentes federales. Esta respuesta evidencia el impacto económico y social de la represión migratoria en Luisiana y la creciente resistencia ante la política federal de redadas masivas.

El gobernador Jeff Landry ha defendido el operativo, señalando casos criminales asociados a inmigrantes. Afirma que la acción se enfocará en “lo peor de lo peor”, alineándose con la agenda migratoria de Trump y promoviendo una postura más firme en la aplicación de leyes de inmigración en Luisiana.
Planes filtrados muestran que el despliegue podría durar meses, con la Patrulla Fronteriza liderando la operación y buscando arrestar a unas 5.000 personas. Esto marca una de las mayores operaciones migratorias recientes y amplía el alcance de la política de detenciones intensivas del gobierno federal.
Organizaciones de derechos civiles solicitaron a un juez bloquear una nueva ley estatal que penaliza interferencias con agentes federales. El grupo argumenta que la norma restringe talleres educativos, afectando la defensa legal de inmigrantes en Luisiana y limitando el derecho a documentar operativos migratorios.