La arquitectura del cerebro se edifica a temprana edad

En los primeros años de vida, los niños desarrollan cientos de conexiones neuronales

Háblales desde pequeños, para estimular sus mentes.

Háblales desde pequeños, para estimular sus mentes. Crédito: Archivo | Captura de pantalla.

La interacción y respuesta de los padres y otros adultos a los bebés y niños pequeños es fundamental en el desarrollo temprano de las conexiones neuronales del cerebro de los menores.

Desde los pequeños balbuceos y gesticulaciones, a los juegos que a muchos pueden parecerles infantiles o insignificantes, estas tempranas interacciones del bebé con sus padres y otros adultos ayudan construir y fortalecer las sinapsis o conexiones entre neuronas.

Según información del Center on the Developing Child de la Universidad de Harvard, cuando las respuestas de los adultos no son confiables, apropiadas, o simplemente no existe ningún tipo de estímulo hacia el niño, el desarrollo de la arquitectura cerebral puede interrumpirse. Al no recibir estimulación positiva, la salud mental, emocional e incluso física de un niño puede dañarse, y la respuesta física al estrés se activa, inundando al cerebro con hormonas de estrés potencialmente dañinas.

El maltrato infantil tiene efectos de por vida en los cerebros de los niños.

Estrés tóxico

Los niños que crecen en situaciones de pobreza, o son víctimas de abuso reiterado desarrollan estrés que puede ser tóxico para sus cerebros. El estrés crónico es la activación ininterrumpida del sistema de respuesta a percibidas situaciones de peligro.
Dicho estrés tóxico daña la arquitectura cerebral en desarrollo, y puede resultar en problemas de conducta, aprendizaje y de salud mental en los niños, por el resto de sus vidas.

Recursos

La diferencia entre el vocabulario de un niño cuyos padres le hablan, le leen y lo motivan intelectualmente desde que es un bebé, y de un niño cuyas acciones son ignoradas y quien no recibe el mismo tipo de estímulo intelectual pueden notarse ya desde los 18 y 24 meses de edad. Estas diferencias en el vocabulario duran el resto de la vida del individuo.

Compartimos algunas ideas para motivar el desarrollo cognitivo de los más pequeños:

  • Cada oportunidad, por más pequeña que parezca, cuenta. Si ves que algo llama la atención del niño, motívalo a explorarlo juntos.
  • Ofréceles consuelo y confort cuando lo necesitan, reconociendo y validando sus sentimientos, ya sea con abrazos o palabras suaves. Si una situación estresa al pequeño, demuéstrale que te preocupan sus sentimientos y que lo comprendes. No menosprecies o desestimes sus miedos y preocupaciones.
  • Vocabulario. Reconoce y promueve la curiosidad y los intereses del niño. Las conexiones del lenguaje en el cerebro son fundamentales para el desarrollo mental.  Promueve y valora sus intereses, incluso cuando no los compartas. Leéles desde temprana edad. Y recuerda que la mejor manera de promover la lectura, es a través del ejemplo.
  • Incluso cuando tu bebé no puede hablar, nómbrale cada objeto, persona o actividad. Habla con tus hijos desde un principio. Por ejemplo, si el niño señala un juguete, alimento o una parte de su cuerpo, enséñale como se llama. “Estas son tus manitas”, “¿Quieres tomar agua o jugo?”, etc.

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