Trump y Biden discuten sus propuestas electorales en un debate presidencial con reglas estrictas
Coronavirus, cobertura médica e inmigración fueron algunos de los temas que se trataron
El coronavirus abrió este jueves el último debate entre el presidente Donald Trump y el candidato demócrata, Joe Biden. Con unas reglas mucho más estrictas que en el primer encuentro, el mandatario y el exvicepresidente comenzaron a hablar respetando el turno de palabra del otro.
Tanto Biden como Trump tuvieron dos minutos ininterrumpidos al inicio de cada uno de los seis bloques para explicar sus posturas ante el tema en cuestión. El resto del tiempo del debate, los candidatos sí podían cortar al otro o rebatir sus ideas. Aún así, sus intervenciones fueron respetuosas y se pudieron escuchar más propuestas que en el primer y caótico encuentro.
Coronavirus
El presidente defendió su gestión de la crisis del COVID-19 y volvió a acusar a China del virus. Trump afirmó falsamente que “se esperaba que murieran” 2.2 millones de personas como consecuencia de la pandemia. Probablemente, se refería a un informe publicado en marzo que pronosticaba que en Estados Unidos un total de 2.2 millones de personas si no se tomaba ninguna medida preventiva.
Biden tachó de trágica la respuesta de Trump propuso instar a usar mascarillas, garantizar acceso a las pruebas rápidas, establecer estándares nacionales para abrir escuelas y negocios y destinar recursos financieros a hacer frente a los estragos económicos derivados de la pandemia.
Seguridad Nacional
El bloque de la seguridad nacional se centró en acusaciones que tanto Trump como Biden vertieron sobre sus adversarios por supuestos conflictos de intereses en negocios en el extranjero.
El candidato demócrata hizo referencia a las recientes investigaciones periodísticas que apuntan que Trump pagó impuestos en China con una cuenta bancaria hasta ahora desconocida. Y destacó que era una cantidad de dinero superior a los $750 dólares de impuestos federales que presuntamente pagó tanto en 2015 como en 2016. Trump aseguró que entregará sus declaraciones cuando termine la auditoría, un argumento que lleva empleando desde que llegó a la Casa Blanca
El presidente volvió a hacer mención a los negocios del hijo de Biden, Hunter, en Ucrania y afirmó sin hacer referencia a fuentes que la familia del demócrata tiene o ha tenido negocios en el extranjero. Biden negó estar vinculado a cualquier tipo de corrupción.
Cobertura Médica
Trump y Biden tienen un punto de vista muy diferente respecto a la asistencia sanitaria, un tema candente que pronto llegará al Tribunal Supremo.
El presidente se ha pronunciado en contra de la ley cobertura médica conocida como Obamacare y presumió de haber tumbado “las partes más perjudiciales”. Sin embargo, no ha presentado propuestas para mejorarla. Su Administración solo ha apuntado una serie de medidas te atención médica para reducir los precios de los medicamentos y de la insulina, mejorar la salud renal, ampliar alternativas al Obamacare y aumentar la transparencia de los hospitales. Algunas de ellas se han quedado en el olvido o están bloqueadas en los tribunales.
Biden pretende ampliar la cobertura del Obamacare y, aunque el Supremo tumbe la ley de la anterior Administración, afirma que se basará en ella para agregar una opción pública de seguro de salud. El que fuera vicepresidente de Obama quiso dejar claro que, en ningún caso, quiere prohibir los seguros privados y aseguró que todo el mundo podrá conservar su plan actual, a no ser que decida cambiarlo.
Inmigración
Cuando la moderadora le preguntó por su política de ‘tolerancia cero’, que separó a más de 4,000 menores de edad de sus padres migrantes, Donal Trump trató de justificarse mencionando a los coyotes que trasladan a algunas personas hacia la frontera sur.
Las organizaciones encargadas de reagrupar a las familias perjudicas dijeron esta semana que no han podido encontrar a los progenitores de 545 niños y niñas que fueron separados en la frontera en 2017, antes del inicio oficial del programa.
Trump, que evitó referirse a la separación de familias, acusó a la Administración Obama de crear las jaulas en las que encierran a los niños. Biden se distanció del Gobierno en el que fue segundo de a bordo con una simple frase: “Yo no voy a ser vicepresidente, voy a ser presidente“.
Racismo
Biden se refirió abiertamente al “racismo institucional” al tratar de explicar como los padres negros tienen que hablar con sus hijos sobre la discriminación y a los prejuicios a los que se van a enfrentar por su color de piel.
Trump quiso aprovechar el tema para alardear de ser el presidente que más ha hecho por la comunidad negra en Estados Unidos desde Abraham Lincoln, una afirmación afirmación que le valió la crítica de su oponente y que le sirvió para acabar su intervención sobre el tema sin hacer ninguna propuesta ni mostrar empatía hacia quienes son víctimas recurrentes de abusos policiales.
Sobre la reforma de la justicia criminal y la policía, ninguno de los candidatos hizo declaraciones que aclararan sus posturas o fueran más allá de lo que ya han dicho. Trump acusó a Biden de hacer un “trabajo mediocre” como vicepresidente de Obama. Y aseguró que se presentó a presidente como consecuencia de sus políticas.