¿Podrá AMLO disminuir la deuda externa con un crédito del FMI?

El Presidente Andrés Manuel López Obrador busca pagar menos intereses con la reducción de la deuda externa que el primer año de su administración era del 44% del Producto Interno Bruto, pero con la crisis vinculada a la pandemia, subió hasta 52% y ahora se ubica en 49%.

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AMLO busca disminuir la deuda externa de México con otro préstamo. Crédito: Hector Vivas | Getty Images

MEXICO.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quiere pagar una parte de la deuda del país —equivalente a casi la mitad de la riqueza —, con otro préstamo. Como quien adquiere una tarjeta de crédito de un banco que le cobra menos intereses para pagar al otro que le cobra más por un préstamo.

En la economía doméstica, los mexicanos hacen ese tipo de transacciones diariamente. Salvando las distancias, tenemos, por ejemplo, a Alicia, una empresaria en la ciudad de Pachuca (centro), mojarraescucha, quien usó una tarjeta de Banamex que le cobraba menos para pagar la de Santander que, en su caso, no le daba puntos por las compras y tenía un interés anual mayor.

“Al final me quedé nada más con una, la que me convenía más”, cuenta en entrevista con este diario.

El mandatario mexicano busca pagar menos intereses con la reducción de la deuda externa que el primer año de su administración era del 44% del Producto Interno Bruto, pero, con la crisis vinculada a la pandemia, subió hasta 52% y ahora se ubica en 49%.

La idea de AMLO de usar un crédito para pagar otro surgió en los últimos días, después de que el Fondo Monetario Internacional anunció que entregará recursos a todos los países miembros a tasas bajas para mejorar las reservas. A México le corresponderían alrededor de 12,000 millones de dólares.

“El objetivo es reducir la deuda”, dijo el presidente en una conferencia de prensa en la que aclaró que a México no le hacen falta reservas, “que tiene suficiente” y en cambio no quiere pagar más intereses.

La directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, dijo que el préstamo para reservas es “una decisión histórica” para inyectar ánimo a la economía mundial porque pueden ser fácilmente convertidos en medios de pago. En el caso de México, la principal fuente de divisas que conforma la reserva internacional es Petróleos Mexicanos (Pemex).

En el caso de Alicia Cipriano, su principal medio de pago para el crédito es su negocio de bordados. Como tenía dos tarjetas, en cierta ocasión usó una para comprar playeras, telas, hilos y pinturas vinílicas y se le pasó la fecha del pago mensual: así se le multiplicó el interés de la tarjeta una cuarta parte: en lugar de pagar 15,000 pesos tuvo que pagar 20,000.

“Quería cancelarla pero no tenía dinero para pagar todo así que tuve que parcializar la deuda e ir pagando mes con mes con un interés fijo y pues era mucho gasto”, recuerda. “Al final la pagué y la cancelé. Me quedé con la de Banamex porque me daba puntos y con esos puntos de reembolso por las compras pago el interés anual además de que tengo dinero para mi negocio”.

Al igual que Alicia Cipriano, los gobiernos, estados, municipios; las instituciones financieras y los bancos centrales, como el Banco de México, requieren capital para proyectos que incrementen su crecimiento y desarrollo.

Para fondearse y captar los recursos necesarios, pueden hacerlo a través de emisiones bursátiles, ya sean instrumentos de capital o deuda como lo es un bonos que se ofertan a los inversionistas en el mercado de valores a través de casas de bolsas o entidades financieras.

En el caso de México, el 80% de su deuda está con los bonos.  El plan de AMLO es que el dinero del FMI, que tiene un monto de interés más bajo, ayude a pagar los bonos y demás créditos.

¿Por qué?

El presidente mexicano ha sido crítico de la deuda externa en los 18 años de campaña hasta que llegó a la presidencia de la República por considerar que la mayoría de los préstamos “desangran” con los réditos a la economía de los países y permite que parte esos capitales terminen en los bolsillos de funcionarios corruptos.

A nivel estatal hay diversas muestras de cómo los gobernadores mexicanos que endeudaron más a sus entidades desviaron recursos de las arcas públicas a sus casos particulares como se ha documentado que ocurrió en Coahuila con Rubén Moreira, hermano del ex presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Humberto Moreira.

Por ese precedente, López Obrador destacó la semana pasada los casos de los gobiernos estatales, Tlaxcala y Querétaro “como ejemplo del buen manejo de la deuda” porque el primero prohibió por ley la contratación de deuda y, el otro, dejó su deuda en cero este 2021.

Además, el crecimiento de la deuda externa ha traído constantes dolores de cabeza al país. En 2016, a mitad del sexenio de Enrique Peña Nieto (el presidente que más la incrementó en los últimos años), las agencias calificadoras Moody, Standard & Poor’s y Fitch cambiaron la perspectiva de nota soberana de México a “negativa” desde “estable”, por los créditos adquiridos.

El acelerado ritmo de endeudamiento cobra factura cada día, en 2016 el costo neto de la deuda sumó 349,557 mdp, un alza de 12.3% frente a los 311,281 mdp de un año antes con un crecimiento de la economía mínimo y la caída en los precios del petróleo, un desorden financiero del que no han logrado recuperarse actualmente.

Un símil en las finanzas personales vivió José Manuel González, un migrante en Carolina del Sur, en una modesta experiencia personal: adquirió una tarjeta de crédito aunque no la necesitaba, comenzó a usarla sin control, a pagar lo mínimo y cuando se dio cuenta el crédito de 2,000 dólares se incrementó a 6,000 y para colmo se quedó sin trabajo.

Por eso dejó de pagarla.

“Ahora no me dejan sacar ni siquiera una tarjeta de débito Visa en ningún banco”, cuenta. “Pero la experiencia nos sirvió y ahora manejamos muy bien la tarjeta de crédito de mi esposa”.

¿Qué hará el presidente?

El plan de usar el recurso del FMI  desató polémica después de que el subdirector del Banco de México, Gerardo Esquivel, escribió vía Twitter que el ese préstamo no se puede utilizar para pagar deuda.

AMLO lo calificó de “ultra tecnócrata” y aclaró que fue otro economista “doctorado en Oxford” quien le sugirió el enroque: Rogelio Ramírez de la O; a la par, agradeció la posición del gobernador del Banco de México (BdeM), Alejandro Díaz de León, por apoyar la medida.

Marco Oviedo, ex economista en jefe para América Latina en Barclays, consideró que es posible que la asignación de adicional pueda ser transferida al gobierno federal directamente tras una resolución de la Comisión de Cambios, integrada por el secretario y el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, el gobernador de Banco de México y dos miembros de la Junta de gobierno del banco central.

“Habría que argumentar qué es para mejorar la posición macroeconómica del país, a través de un menor nivel de deuda. Por única vez. El FMI tendría también que estar de acuerdo”.

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